El exministro de Justicia Yesid Reyes analiza la reforma a la justicia que propone rebaja de penas para delitos como abuso sexual, secuestro u homicidio contra menores. Esto dijo el exfuncionario.El reciente caso del asesinato y desmembramiento de Sofía Delgado, una niña de doce años, ha encendido la indignación en Colombia y avivado el debate sobre la reforma a la justicia. Yesid Reyes, exministro de Justicia, abordó este tema en una reciente entrevista, donde expuso la necesidad de examinar el sistema penal en relación con los delitos contra menores.La indignación nacional y la respuesta del CongresoLuego de la tragedia de Sofía Delgado, la opinión pública se ha mostrado inflexible ante cualquier insinuación de beneficios a los criminales que cometen actos atroces contra niños. Las críticas se centraron particularmente en las declaraciones de la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, sobre una propuesta que permite reducir penas si los delincuentes colaboran o confiesan. La respuesta de Yesid Reyes fue clara: "No debería haber privilegios para quienes cometen crímenes contra niños".El dilema de la celeridad en los procesos judicialesReyes argumentó que es vital encontrar un balance entre la severidad de las penas y la celeridad de los procesos judiciales. Señaló que la prohibición de los preacuerdos ha llevado a un aumento en la duración de los procesos y una disminución en el porcentaje de condenas. "Desde que se prohibieron las rebajas, hemos visto que los casos se prolongan y son pocos los que llegan a condena".Un punto de debate relevante es si realmente los criminales de delitos contra menores estarían dispuestos a confesar a cambio de una rebaja de pena. Reyes aseguró que existen estadísticas que demuestran que antes de la prohibición de preacuerdos, los niveles de condena eran más altos. Este fenómeno tiende a hacer que los delincuentes opten por arriesgarse en juicio, especialmente ante la falta de incentivos para aceptar la culpabilidad.La dilación y su contextoA pesar de que las reducciones de penas fueron inicialmente diseñadas para desmantelar organizaciones criminales, Reyes defiende la idea de que deben también aplicarse al contexto de delitos individuales contra niños."El tema de la rebaja de penas puede ayudar a que se impongan sentencias más rápidamente, en lugar de tener casos que se alargan en el tiempo", mencionó.La propuesta de aumentar las penasFrente a la creciente presión por mayores castigos, Reyes propuso una solución intermedia: aumentar las penas de los delitos contra niños y al mismo tiempo permitir una reducción para quienes acepten su responsabilidad. Esto se presentaría como un equilibrio que podría mejorar las tasas de condena sin necesariamente rebajar las penas.Sin embargo, la posibilidad de implementar una cadena perpetua ha sido descartada por la Corte Constitucional, que ha establecido que dicha pena violaría derechos fundamentales. Aún así, el debate continúa, y muchos congresistas siguen presionando por un endurecimiento de las penas.El caso de Sofía Delgado y la posibilidad de una reforma efectiva a la justicia en Colombia está en la mesa. La discusión se centra no sólo en qué tan severas deben ser las penas, sino en cómo mejorar la celeridad en el sistema judicial para proteger a los niños. Jesse Reyes deja claro que el reto es encontrar un equilibrio que garantice justicia efectiva sin comprometer los derechos fundamentales de los acusados. En un contexto donde el clamor por justicia es intenso, el futuro del sistema penal colombiano depende del diálogo y la búsqueda de soluciones efectivas.Escuche la entrevista completa acá:
Un hombre en Texas, condenado por causar la muerte de su hija, insistió en su inocencia este martes, apoyado por el policía que antes lo acusó y respaldado por el activista en la lucha contra errores judiciales, John Grisham.Robert Roberson, de 57 años, tiene su ejecución programada para el 17 de octubre, luego de que un tribunal de Texas lo hallara culpable en 2003 de provocar un daño mortal a su bebé de 2 años, conocido como síndrome del bebé sacudido, que ocurre cuando el menor es agitado con fuerza.Basándose en nueva evidencia, sus abogados, apoyados por legisladores, médicos y activistas de distintas banderas presentaron el martes un pedido de clemencia al gobierno de Texas y a la Junta de Indultos, para que consideren una pena menor o una prórroga de 180 días para evaluar el pedido.Aseguran que la hija de Roberson murió por una neumonía no diagnosticada y falta de atención médica oportuna en un hospital de un pueblo rural de Texas. Detallan que, días antes de su fallecimiento, Roberson buscó atención médica para su hija porque presentaba problemas respiratorios, pero fue enviada de vuelta a casa con un tratamiento que empeoró su condición.El día del incidente, Roberson llevó a su hija en grave estado al hospital. Médicos reactivaron su corazón, pero ella ya presentaba señales de muerte cerebral.Sin oxígeno, el cerebro de la niña se hinchó y desplazó y la sangre bombeada por el corazón se acumuló en la cabeza. Los médicos diagnosticaron el caso como síndrome del bebé sacudido y Roberson fue responsabilizado, sostienen sus abogados.Médicos y policías basaron también sus apreciaciones en que Roberson no mostraba emociones, lo que pudo deberse a su espectro autista, diagnosticado posteriormente a la condena. Ello condicionó la acusación, dijo la defensa."Texas se está preparando para ejecutar a Forrest Gump", consideró la abogada de Roberson, Gretchen Sween, en referencia al protagonista de la película que interpretó Tom Hanks. Describió a su defendido como un hombre bondadoso y que atravesó problemas desde su juventud, por su autismo."No se trata de un caso en el que el sistema se equivocó de persona, sino de uno en el que no se cometió ningún delito", dijo el escritor y abogado John Grisham."Siempre estaré atormentado por el papel que desempeñé al ayudar al Estado a poner a este hombre inocente en el corredor de la muerte (...) El caso de Robert siempre será una carga en mi corazón y en mi alma. Pero no es demasiado tarde para que Texas cambie de rumbo y detenga su ejecución", ha dicho Brian Warton, el policía que lideró la investigación que lo acusó.
El expresidente y candidato presidencial Donald Trump prometió este viernes que aplicará la pena de muerte para tres categorías de personas: aquellos que maten a un policía, narcotraficantes y proxenetas.Trump hizo la 'promesa' durante un mitin ante la Fraternidad de Policía de Charlotte (Carolina del Norte), ante un público entregado; allí, Trump dedicó lo esencial de su discurso a la inseguridad y "las bandas criminales que están arrasando nuestras ciudades".Fue entonces cuando desgranó las que serían en su nuevo mandato las penas que impondrá para los crímenes más graves: "Pena de muerte para los narcotraficantes y cualquiera culpable de tráfico sexual de niños y mujeres, que está sucediendo en cifras masivas, y también pedimos una contundente pena de muerte para quien mate a un agente de policía".La audiencia de policías y allegados estalló entonces en un largo aplauso.En lo relativo a los narcotraficantes, aseguró que tomó la idea del presidente chino Xi Jinping, con quien se "llevaba muy bien" en los años prepandemia"."Le dije, ¿ustedes tienen un problema de drogas? No, ninguno. ¿Y a qué se debe? A la pena de muerte, pena de muerte para los narcotraficantes, y así no tienen ni el menor problema con eso. El único problema es que nos envían la droga a nosotros", concluyó.Trump dijo que a su contrincante y actual vicepresidenta, "Kamala Harris y los comunistas", se les debe "esa plaga de derramamiento de sangre, crímenes, caos, miseria y muerte sobre nuestras ciudades", y detalló entonces algunas cifras de criminalidad en ciudades como Chicago -"es peor que Afganistán"- o Baltimore.Continuó describiendo ciudades como Nueva York pobladas por vagabundos "en cifras no vistas en veinte años", inmigrantes ilegales, madres "que no se atreven a salir con sus hijos al parque", donde "los grafitis lo invaden todo" y los inocentes "son víctimas de ataques aleatorios o brutales".Antes de la reunión de Trump con la junta directiva del grupo policial esta tarde, el grupo anunció que lo respaldaba para presidente. Se trata del grupo laboral policial más grande, con más de 350.000 miembros, y en el pasado ha respaldado a candidatos de ambos partidos principales, pero es la tercera vez que apoya a Trump.
El español Daniel Sancho asegura estar "preparado para lo mejor y para lo peor" ante la sentencia que determinará el 29 de agosto si es o no culpable del asesinato premeditado del cirujano colombiano Edwin Arrieta en una isla de Tailandia el pasado año."Estoy preparado para lo mejor y para lo peor", dijo Sancho el 22 de agosto en la prisión de Samui (sur de Tailandia) al ser preguntado cómo afronta el fallo, aunque se mostró optimista y convencido de que el juez va a descartar que la muerte de Arrieta se debiera a un asesinato premeditado.El español consideró que durante el juicio "quedó claro que fue un accidente", en referencia a la muerte de Arrieta el 2 de agosto de 2023 en la isla tailandesa de Phangan, y citó las pruebas forenses presentadas por la defensa que, según él, demostrarían que el fallecimiento se debió a una pelea.Sancho, de 30 años, hizo estas declaraciones durante una visita a la cárcel y la conversación se llevó a cabo a través de un cristal y un teléfono sin que se pudiera grabar ni tomar notas.Tras más de un año en prisión preventiva, el joven admitió que vive con impaciencia la espera para conocer la sentencia y que los meses desde la celebración del juicio, que concluyó el pasado mayo, se le han hecho "muy largos"."Hasta el juicio era un hombre con una misión", afirmó, e indicó que pasó mucho tiempo centrado y preparándose para el proceso, en el que tuvo un papel muy activo, ya que el juez le permitió hacer preguntas a los testigos.El juicioDurante el juicio, celebrado a puerta cerrada en el Tribunal Provincial de Samui entre el 9 de abril y el 2 de mayo, el acusado y su equipo de defensa sostuvieron que la muerte de Arrieta se debió a un accidente durante una pelea y que el español actuó en defensa propia ante un supuesto intento de agresión sexual.La Fiscalía, por su parte, trató de probar mediante decenas de pruebas y testigos, incluida la compra de cuchillos y una sierra, que Sancho planificó los días previos el asesinato y descuartizamiento de Arrieta, de 44 años, cuyos restos fueron encontrados en varios lugares de Phangan, incluido el mar.La autopsia efectuada al cirujano colombiano no resultó concluyente al no haberse encontrado partes del cuerpo clave como el torso.El español, quien mantiene los últimos días antes de escuchar la sentencia su rutina habitual de ejercicio y lectura, había quedado con el cirujano colombiano, a quien conocía desde 2022, el mismo día de los hechos.La sentenciaEl acusado, que en un principio confesó el crimen ante la Policía de Phangan, acudirá a la lectura de la sentencia el próximo jueves en el tribunal de Samui, donde se celebró el juicio en medio de una enorme atención mediática.Según fuentes cercanas al caso, la sentencia ya está redactada y ha sido enviada para su ratificación a la oficina del juez decano de Surat Thani (provincia de la que depende Samui).Sancho aseguró que le da "tranquilidad" y "confianza" en el proceso este trámite, habitual en Tailandia para casos graves, tanto penales como civiles, que puedan implicar penas o indemnizaciones altas.El código penal tailandés contempla desde los 15 años de cárcel hasta la pena de muerte en los casos de asesinato, si bien Tailandia apenas aplica este último castigo y se suele conmutar por otros más bajos.Los casos de homicidio involuntario son penados con entre 3 y 15 años de cárcel.El español está acusado también de descuartizar el cuerpo de Arrieta -de lo que se ha declarado culpable- y de hacer desaparecer su pasaporte, delitos que podrían conllevar entre uno y seis años de prisión, respectivamente.El acceso a la sala del tribunal durante la lectura de la sentencia este jueves será muy restringido, y el juez no decidirá hasta el último momento quién puede entrar.Está previsto, sin embargo, que el padre y la madre del acusado, el actor español Rodolfo Sancho y la analista de inversiones Silvia Bronchalo, sí estén presentes en la sala, así como el fiscal, los abogados tailandeses de la defensa y los que representan en el país asiático a la familia de la víctima.La familia de Arrieta en principio no acudirá a la lectura de la sentencia, y por el momento no han querido hacer declaraciones sobre cómo afrontan el fallo.
Las autoridades iraníes ejecutaron a un vidente condenado a muerte por violación y agresión sexual tras más de tres años en prisión, anunció el miércoles la agencia oficial de la autoridad judicial."Un vidente que había agredido a mujeres y chicas jóvenes", utilizando sus servicios de adivinación para engañar a sus clientas, "fue ejecutado en la cárcel de Yazd", indicó Mizan Online citando a Hosein Tahmasebi, presidente del Tribunal Supremo de la provincia central donde se encuentra el centro penitenciario.Irán, que mantiene la pena de muerte para varios delitos, entre ellos la violación y la agresión sexual, es el país que más ejecuciones lleva a cabo al año después de China, según la organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional.El papa se pronuncia sobre la pena de muerteEl papa Francisco reafirmó su condena a la pena de muerte y aseguró "que no da justicia y es un veneno para la sociedad" en el prefacio del libro recientemente publicado del abogado Dale Recinella, que acompaña espiritualmente a los condenados a muerte en Estados Unidos.En el libro 'Un cristiano en el corredor de la muerte', el papa reitera que "la pena de muerte no es en modo alguno la solución a la violencia que puede afectar a personas inocentes" y que las ejecuciones capitales, lejos de proporcionar justicia, alimentan un sentimiento de venganza que se convierte en un veneno peligroso para el cuerpo de nuestras sociedades civiles"."Los Estados deberían preocuparse por permitir a los prisioneros a oportunidad de cambiar verdaderamente sus vidas, en lugar de invertir dinero y recursos en reprimirlos, como si fueran seres humanos que ya no merecen vivir y ser eliminados", escribe Francisco.
El papa Francisco reafirmó su condena a la pena de muerte y aseguró "que no da justicia y es un veneno para la sociedad" en el prefacio del libro recientemente publicado del abogado Dale Recinella, que acompaña espiritualmente a los condenados a muerte en Estados Unidos.En el libro 'Un cristiano en el corredor de la muerte', el papa reitera que "la pena de muerte no es en modo alguno la solución a la violencia que puede afectar a personas inocentes" y que las ejecuciones capitales, lejos de proporcionar justicia, alimentan un sentimiento de venganza que se convierte en un veneno peligroso para el cuerpo de nuestras sociedades civiles"."Los Estados deberían preocuparse por permitir a los prisioneros a oportunidad de cambiar verdaderamente sus vidas, en lugar de invertir dinero y recursos en reprimirlos, como si fueran seres humanos que ya no merecen vivir y ser eliminados", escribe Francisco.Y recuerda que en su novela 'El idiota', Fyodor Dostoievski "resume impecablemente la insostenibilidad lógica y moral de la pena de muerte, hablando de una persona condenada a la pena capital: ¡Es una violación del alma humana, nada más!"Y pide que el próximo Jubileo de 2025 "debe comprometer a todos los creyentes a pedir con una sola voz la abolición de la pena de muerte, una práctica que, como dice el Catecismo de la Iglesia católica: es inadmisible porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona".Señala que "esta infinita misericordia divina también puede escandalizar, como escandalizó a muchas personas en la época de Jesús" pero "que el amor de Dios no tiene fronteras ni medida. Y que ni siquiera el más vil de nuestros pecados desfigure nuestra identidad a los ojos de Dios: seguimos siendo sus hijos, amados por él, custodiados por él y considerados preciosos".
Un tribunal nipón sentenció este martes a la pena capital a un hombre que asesinó a una mujer y a su hijo en 2020, a los que también robó unos 88.000 yenes (unos 508 euros).El Tribunal del Distrito de Oita decidió condenar con la pena máxima a Shoichi Sato, de 39 años, tras tener en cuenta las pruebas aportadas por la acusación para considerarlo culpable del doble asesinato.Según la sentencia, Sato apuñaló en repetidas ocasiones a Takako Yamana, de 79 años, y a su hijo de 51 años Hiroyuki, en la residencia de ambos en la localidad de Usa, en la prefectura de Oita, y posteriormente robó la citada cantidad.La policía arrestó a Sato cerca de dos años después del incidente, después de llevar análisis forenses que incluían el ADN de una de las víctimas hallado en el maletero del vehículo de Sato.La defensa del acusado mantuvo su inocencia, y argumentó que este prestó su vehículo a un desconocido en las fechas en las que se cometió el crimen.Japón es junto a Estados Unidos el único país democrático e industrializado que aún imparte la pena capital, una vigencia muy criticada por organizaciones como Amnistía Internacional (AI).
El uso de la pena de muerte alcanzó en 2023 su nivel más alto en casi una década, reveló el miércoles un informe de Amnistía Internacional, aunque casi tres de cada cuatro países no la aplican ya sea porque está prohibida o porque no la han puesto en práctica en al menos una décadaIrán fue el líder en las ejecuciones registradas el año pasado con 853 ejecuciones, pero se cree que China es de lejos el mayor verdugo, con "miles" de personas ejecutadas en secreto cada año, según Amnistía.Las siguientes son cifras claves de la práctica.Abolida en 112 paísesDieciséis países ejecutaron prisioneros en 2023.Casi tres cuartas partes de todos los países habían abolido la pena capital para finales de 2023.Un total de 112 países la abolieron para todos los crímenes, 23 son considerados abolicionistas en la práctica porque no han ejecutado a nadie en una década y nueve la suprimieron para delitos comunes.El único paíse del continente europeo que aún aplica la pena de muerte es Bielorrusia, un firme aliado de Rusia.Repunte en Irán y Arabia SauditaLas 853 ejecuciones confirmadas por Amnistía en 2023 en Irán representa un aumento de casi 50 % respecto al año anterior, cuando ya se había registrado una subida de 83% respecto a 2021.La mayoría fueron ahorcamientos por delitos de drogas, 38 por "corrupción en tierra" -un cargo utilizado para condenar a disidentes desde el inicio de protestas contra el uso del velo en octubre de 2022-.Irán ejecutó a ocho hombres en casos ligados a esas protestas. Grupos de derechos humanos señalan que el repunte de los ahorcamientos busca generar miedo en la población.Arabia Saudita es conocida por las decapitaciones. El reino ejecutó a 81 personas en un solo día en 2022.Ese año se triplicaron las ejecuciones a 196, y siguieron elevadas en 2023, con 172 casos, sobre todo por asesinato o terrorismo.Declive en Estados UnidosEn Estados Unidos se dieron 24 ejecuciones en 2023, por encima de los 18 en 2022, pero lejos de las 98 de 1999.La tendencia es hacia la abolición del castigo, con 23 de los 50 estados que prohíben su uso, y otros 14 que han suspendido las ejecuciones desde hace una década o más.La primera ejecución de 2024 en el país, la de Kenneth Smith, condenado por asesinato, fue mediante inhalación de gas de nitrógeno, un método que causa sofoco y es condenado por la ONU que lo equipara con la "tortura".Reducción en ÁfricaEl único país en África subsahariana en aplicar la pena de muerte en 2023 fue Somalia, donde las ejecuciones triplicaron a 38.Las cortes del país del Cuerno de África suelen dictar la pena de capital para casos de terrorismo. Somalia enfrenta una insurgencia de 17 años del grupo Al Shabaab, ligado a Al Qaida, así como militantes del grupo Estado Islámico.Unas tres cuartas partes de los países africanos han abolido la pena de muerte, ya sea legalmente como en la práctica.
La Unión Europea (UE) lamentó este viernes profundamente la ejecución del preso Kenneth Eugene Smith en Alabama (EEUU) con gas nitrógeno, que consideró especialmente “cruel e inusual” al haberse llevado a cabo con gas de nitrógeno, y reclamó una moratoria de las ejecuciones en Estados Unidos.“La UE se opone firmemente a la pena de muerte en todo momento y en cualquier circunstancia. Constituye una violación del derecho a la vida y la negación definitiva de la dignidad humana”, indicó un portavoz del alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Peter Stano.Destacó que la ejecución se llevó a cabo obligando al recluso a respirar nitrógeno puro, privándole del oxígeno necesario para mantener las funciones corporales, lo que provocó una hipoxia nitrogenada.Es la primera vez que se utiliza este método de ejecución en Estados Unidos.El portavoz señaló que, según los principales expertos en la materia, este método es "un castigo especialmente cruel e inusual” que se añade al hecho de que el recluso ya fue sometido a un intento fallido de ejecución en noviembre de 2022.“La pena de muerte no actúa como elemento disuasorio de la delincuencia y representa un castigo último que hace irreversibles los errores judiciales”, agregó.Stano recordó que hasta la fecha 196 personas inocentes han sido exoneradas del corredor de la muerte en Estados Unidos.Por todo ello, afirmó que la UE sigue pidiendo la abolición universal de la pena de muerte y, en este contexto, se congratuló de que 29 estados de EE. UU. ya hayan abolido la pena capital o hayan impuesto una moratoria sobre las ejecuciones.Sin embargo, el portavoz expresó preocupación por el aumento del número de ejecuciones en EE.UU. en 2023, año en el que se aplicó la pena capital a 24 personas en cinco estados pese a que las ejecuciones en ese país han disminuido de forma constante y generalizada desde 2020.“Pedimos a los Estados que mantienen la pena de muerte que apliquen una moratoria y avancen hacia la abolición, en línea con la tendencia mundial”, concluyó.A Smith, condenado a muerte por asesinar a una mujer por encargo en 1988, lo declararon muerto a las 20.25 hora local (02.25 GMT del viernes) tras haber inhalado el gas nitrógeno a través de una máscara y haberse quedado sin oxígeno.Sus últimas palabras, ya con la máscara puesta, fueron: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos".El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó minutos antes de la ejecución el último recurso que la defensa del preso había presentado este mismo jueves por 6 votos a 3, dando así luz verde al inicio del procedimiento.La magistrada progresista Sonia Sotomayor, una de las 3 que votaron por detener la ejecución, argumentó que "al no haber podido matar a Smith en su primer intento, Alabama lo ha elegido como su 'conejillo de indias' para probar un método de ejecución nunca antes usado".Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte en 1976, han sido ejecutados en Estados Unidos 1.583 presos, 73 de ellos en Alabama.
El estado de Alabama (sur de Estados Unidos) ejecutó este jueves al preso Kenneth Eugene Smith asfixiándolo con gas nitrógeno, un método nunca antes probado, según notificaron las autoridades.A Smith, condenado a muerte por asesinar a una mujer por encargo en 1988, lo declararon muerto a las 20.25 hora local tras haber inhalado el gas nitrógeno a través de una máscara y haberse quedado sin oxígeno.Sus últimas palabras, ya con la máscara puesta, fueron: "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Los amo a todos".Periodistas que fueron testigos oculares de la ejecución relataron que, después de que el gas comenzase a fluir, Smith se estuvo retorciendo durante un par de minutos y luego se le vio con respiración agitada durante varios minutos más.El director del Departamento Correccional de Alabama, John Hamm, dijo en rueda de prensa posterior que las sacudidas del reo fueron "involuntarias", pero nada fuera de lo esperado.El gas nitrógeno fluyó durante unos 15 minutos.El Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó minutos antes de la ejecución el último recurso que la defensa del preso había presentado este mismo jueves por 6 votos a 3, dando así luz verde al inicio del procedimiento.La progresista Sonia Sotomayor, una de las tres juezas que votaron por detener la ejecución, argumentó que "al no haber podido matar a Smith en su primer intento, Alabama lo ha elegido como su 'conejillo de indias' para probar un método de ejecución nunca antes usado".Alabama ya intentó ejecutar a Smith en noviembre de 2022, pero el verdugo fue incapaz de introducirle las vías intravenosas. Como parte de un acuerdo posterior, Alabama se comprometió a no intentar matarlo de nuevo con inyección letal.La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Rights Watch o la Comunidad de San Egidio habían pedido en los últimos días a Estados Unidos que no permitiese la ejecución.Smith estaba en el corredor de la muerte por haber asesinado en 1988 a una mujer, Elizabeth Sennett, por encargo de su marido, Charles Sennett, que pretendía cobrar una indemnización. Smith y un cómplice, John Forrest Parker, recibieron 1.000 dólares cada uno.Sennett se suicidó una semana después del asesinato, cuando se dio cuenta de que las autoridades le consideraban sospechoso, mientras que Parker también fue condenado a muerte y fue ejecutado en 2010 con una inyección letal."A las tres personas implicadas hace años, las hemos perdonado", aseguró también en rueda de prensa Mike Sennett junto a sus dos hermanos, los hijos de la asesinada, después de presenciar la ejecución del último de los involucrados, una sensación que describieron como "agridulce"."Los actos malvados tienen consecuencias", añadieron.Todos los ojos estaban puestos sobre Alabama y su nuevo método de ejecución, el primero desarrollado desde que en 1982 se introdujo la inyección letal, que ha sido mayoritario durante las últimas cuatro décadas en el país desplazando a la silla eléctrica.Alabama decidió probar con la asfixia con gas nitrógeno ante la dificultad que han enfrentado en los últimos años los estados que aún usan la pena capital para adquirir fármacos letales ante la negativa de las farmacéuticas a que sean usados con este propósito.Además, las complicaciones surgidas en varias ejecuciones desde 2014 -algunas en Alabama- han hecho que se cuestione el método por inhumano y que haya sido objeto de disputas legales durante años.Otros estados estaban muy pendientes de la ejecución en Alabama, para introducir ellos también el método de asfixia con nitrógeno. Oklahoma y Misisipí, de hecho, ya han aprobado el método, pero aún no han desarrollado un protocolo para usarlo ni construido las instalaciones.Desde que el Tribunal Supremo reintrodujo la pena de muerte en 1976, han sido ejecutados en Estados Unidos 1.583 presos, 73 de ellos en Alabama. Escuche aquí el informe de Mañanas Blu: