El limbo político y judicial de Álvaro Uribe Vélez
El expresidente es investigado por los delitos de soborno y fraude procesal.
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Esta será una semana muy importante para el futuro del proceso en contra del expresidente y senador Álvaro Uribe, investigado por favorecer, presuntamente, un plan para "torcer" declaraciones de exparamilitares con el fin de neutralizar los señalamientos en su contra por posibles vínculos con las Autodefensas y, además, para inculpar al senador Iván Cepeda por el cartel de "falsos testigos".
Casi una semana después del llamado a indagatoria por parte de la Corte Suprema, Uribe este lunes atenderá a los medios de comunicación desde su finca en Rionegro, Antioquia, en donde se recupera tras sufrir una caída desde un caballo.
El expresidente estará acompañado de tres de sus abogados: Jaime Granados, Jaime Lombana y Víctor Mosquera, para explicar lo que, según ha dicho, es una infamia al tratar de vincularlo con actuaciones delictivas.
Llama la atención que en el equipo jurídico que acompañará al expresidente Uribe no esté el abogado Diego Cadena, el hombre que, según las evidencias en poder de la Corte Suprema de Justicia, fue uno de los encargados de intentar, entre otras cosas, que el exparamilitar Juan Guillermo Monsalve se retractara de los señalamientos contra su cliente y de que la exfiscal Hilda Janeth Niño "desacreditara" el proceso por paramilitarismo contra Santiago Uribe Vélez.
Uribe publicó este fin de semana un nuevo video en sus redes sociales, en el que dijo que se defenderá de "esta infamia", así cataloga la investigación en su contra de la Corte Suprema de Justicia, y dice que se defenderá en libertad o en la cárcel, reiteró que Monsalve fue quien lo buscó queriendo retractarse, defiende a Diego Cadena, a Jaime Lombana y a Álvaro Hernán Prada y al final dijo: "Nunca ha estado en mi mente ni en mi intención tomar decisiones para que la Corte Suprema de Justicia deje de conocer sobre este caso".
Vea aquí: Combatiré la infamia desde la libertad o desde la cárcel: Álvaro Uribe
El tiempo corre y por eso es muy importante que el país sepa pronto si la anunciada renuncia de Álvaro Uribe a su curul será o no radicada para ser discutida, para saber si será o no aprobada por el Senado.
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Esto es importante porque el limbo actual, tras la confirmación del senador Ernesto Macías, presidente del Senado, de que tiene la carta en su poder, pero solo la tramitará cuando termine la incapacidad de Uribe, el próximo viernes 3 de agosto, es muy grande en materia política y judicial.
En lo político, porque estamos a una semana de la posesión de Iván Duque como nuevo presidente de la República, y el nuevo gobierno debe tener claridad sobre si cuenta o no con Álvaro Uribe en su curul, que sin duda es la principal ficha de cohesión y liderazgo de la coalición en el Congreso.
En lo judicial también, porque mientras Uribe no renuncie a su curul, el caso seguirá en manos de la Corte Suprema de Justicia, pero si eventualmente se hace realidad esa dimisión, se irá a la Fiscalía todo el expediente de la investigación por "falsos testigos", pero además los otros casos contra Uribe, como la investigación preliminar que se adelanta en su contra por las masacres cometidas por paramilitares en El Aro y La Granja, en Ituango, mientras el hoy expresidente fue gobernador de Antioquia.
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