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La Selección Colombia volvió a ser eso que nos une

"La Selección nos hace entender que más allá de las diferencias de cualquier tipo podemos tener objetivos comunes y no caer en la tentación de agredirnos", dijo Alberto Linero en Mañanas BLU.

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Alberto Linero
Foto: Instagram @PLinero

He ido al fútbol desde antes de nacer. Me cuenta mi madre que mientras yo me gestaba en su ser, ella iba al estadio Eduardo Santos a ver al Unión campeón del 68.

Desde ahí forma parte de mis diversiones el poder encontrarme con mucha gente para gritar las jugadas, celebrar abrazado con desconocidos el gol de mi equipo, aprender nuevas maneras de protestar las equivocaciones arbitrales o juntarme a algunos de los coros que se cantan contra el equipo adversario.

De hecho, de las grandes limitaciones que me generó la pandemia es tener que ausentarme de los estadios y no poder acompañar a mis equipos preferidos.

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Por eso, el pasado domingo fue toda una fiesta volver al Metropolitano para ver jugar a la Selección Colombia; y es que tenía mucho tiempo de no estar en una multitud.

La preocupación creció cuando vi que las normas de bioseguridad eran mínimas, que no había la distancia física requerida, que el tapabocas parecía una bufanda y que la casa estaba llena, por lo menos, visualmente la ocupación superaba el 90%, pero el fútbol, con todo su folklore, me serenaba y me concentraba en la pelota.

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Entiendo que la gran mayoría estábamos vacunados, que hay cansancio de las normas de bioseguridad, que somos una sociedad que disfruta el contacto físico, pero hay que ponerle más cuidado a este tema y no seguir cediendo porque el virus no se ha ido.

El partido me dejó varias lecciones, como siempre

Primero, el trabajo en equipo puede hacer frente a la supremacía del talento: Brasil, jugador por jugador, es más que Colombia, pero nuestra selección, con mucho trabajo táctico y solidaridad, pudo hacerle frente.

Segundo: lo importante de las segundas oportunidades; esto lo digo porque me emocioné cuando de las gradas bajaba el grito de “Duvan, Duvan”, tratando de animar al jugador que en el partido pasado había desaprovechado una clara oportunidad de gol; al final no anotó, pero jugó bastante mejor.

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Pero sobre todo, lo que más me gusta es que la Selección volvió a ser eso que nos une, que nos hace entender que más allá de las diferencias de cualquier tipo, podemos tener objetivos comunes y no caer en la tentación de agredirnos.

Escuche la opinión completa del padre Alberto Linero:

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