Ni las fuertes lluvias, el agotamiento, ni las condiciones adversas de la espesa selva que conecta los departamentos del Guaviare y Caquetá han sido impedimento para perseverar en la esperanza de encontrar con vida a los cuatro menores indígenas desaparecidos después del accidente de una aeronave el pasado 1 de mayo.Comunidades nativas y miembros de un comando especial de las Fuerzas Militares continúan internados en la selva desde hace más de 20 días, buscando a los niños de uno, cuatro, nueve y 13 años, todos pertenecientes a la misma familia e hijos de la mujer que falleció junto con otros dos adultos a causa del impacto.Para la operación 'Esperanza', como las autoridades la han denominado, toda ayuda es bienvenida. Por esta razón, se han unido al grupo de rescatistas dos caninos de la Defensa Civil del Meta, expertos en la búsqueda de personas en zonas selváticas y estructuras colapsadas, junto con sus entrenadores.Se trata de Tellius y Akhela, perros con más de 4 años de experiencia, que a partir de hoy se suman al equipo de búsqueda. Inicialmente, llegarán a San José del Guaviare y luego serán trasladados en helicóptero hasta la zona donde se encuentran los comandos y las comunidades indígenas."Andrés Villegas, guía canino de Tellius, menciona: 'Los perros pueden colaborarnos enormemente, ya que su olfato es más avanzado que el de los humanos. En ese sentido, nos pueden orientar o guiar para encontrar a los niños en caso de que estén vivos'". Hace tres días, Tellius logró encontrar a una mujer en Antioquia que llevaba cuatro días desaparecida en un bosque y ya mostraba signos de deshidratación.Mientras se suman más manos, o en este caso, patas, para apoyar la búsqueda de los niños, sus familiares mantienen la esperanza, pero temen que con cada día que pasa, aumenta la probabilidad de no encontrarlos con vida.Le puede interesar:
Este jueves, 1 de junio, la Aerocivil publicó el documento que relata el momento previo del accidente de la avioneta en zona selvática en el departamento de Caquetá. Todo inició el 30 de abril cuando la avioneta realizó un vuelo desde Villavicencio hacía San José del Guaviare, después se trasladó hacía Vaupés, posteriormente viajó al Amazonas y terminó su último traslado en esta zona.Fue el 1 de mayo cuando la aeronave tenía un vuelo programado desde la Araracuara, en Caquetá con seis pasajeros (2 adultos y 4 menores); a las 6:42 de la mañana la avioneta despegó y después de 30 minutos de recorrido el piloto empezó a reportar: “Mayday, mayday, mayday, 2803, mayday, mayday, mayday, tengo el motor en mínimas, voy a buscar un campo".Desde la torre de control le indicaron que tenía dos pistas cercanas: la de Morichal y Miraflores; pero tras varios llamados al piloto no hubo respuesta. 15 minutos después del último llamado de emergencia, el comandante de la aeronave respondió: “2803 el motor volvió a coger potencia, estoy a 120 NM (milla marina) de San José, en ascenso para 8500, seis personas a bordo, y autonomía para tres horas”.A las 7:43 de la mañana el piloto volvió a reportar que el motor falló, indicó que iba a buscar un río y avisó que tenía un cuerpo de agua a un costado dando aviso de que iba a acuatizar, la técnica de aterrizar el avión en el agua, esa fue la última comunicación recibida de la aeronave HK2803. A las 7:50 a.m. la avioneta cayó a tierra.Después de eso se perdió la traza en el radar y de inmediato se dio aviso a la Fuerza Aérea Colombiana, a la Aerocivil y al operador aéreo para que se iniciará la búsqueda sobre el río Apaporis, en Caquetá. Pese a todos los esfuerzos de esa operación de rescate, tuvieron que pasar 16 días para que comandos del Ejército encotrarán la aeronave en la selva de Solano, Caquetá.Con el hallazgo se lograron localizar a los tres ocupantes adultos muertos en el lugar del siniestro, mientras que los cuatro menores ya completan un mes desaparecidos. La Defensa Civil, las Fuerzas Militares, Organizaciones Indígenas y todo tipo de esfuerzos se han sumado para encontrar a los niños, pero hasta ahora los esfuerzos han sido infructuosos.Aunque el informe preliminar aún no habla sobre las causas del accidente, el documento advierte que el único objetivo de las investigación de accidentes es prevenir futuros incidentes, “no es determinar culpa o responsabilidad”.Los hallazgos preliminares determinaron que la avioneta se halló en la selva del Parque Nacional Chiribiquete, el motor se encontró separado del cuerpo de la aeronave y se determinó que: "Se encontró en posición vertical con evidente impacto frontal y características de alto ángulo de impacto y baja velocidad. La inspección detallada de los restos indicó que, durante el arborizaje, se produjo un primer impacto contra los árboles; este golpe ocasionó la separación del motor con su cubierta y hélice de la estructura de la aeronave, a partir de la pared de fuego”.Sobre el piloto, el documento detalló que tenía sus licencias y certificados médicos vigentes a la fecha del siniestro, tenía el chequeo de “proficiencia” y con un curso de repaso del equipo. Así mismo, tenía experiencia volando aeronaves.Le puede interesar: Las noticias más importantes esta semana en el FPC
En las selvas del Guaviare se encontraron huellas y pistas que podrían pertenecer a los niños desaparecidos en el accidente de avioneta hace exactamente 30 días. En el marco de la Operación Esperanza, los comandos de las Fuerzas Militares han logrado hallar nuevas evidencias sobre el paradero de los niños indígenas extraviados en la selva. Estas pistas, descubiertas en un terreno fangoso, incluyen una huella pequeña que ha sido comparada con el tamaño de una bota militar talla 40, evidenciando una clara diferencia. Según los equipos de búsqueda, esta huella correspondería a Lesly, una niña de 13 años, y podría indicar un cambio de rumbo en la dirección que los niños habían tomado inicialmente. En lugar de dirigirse hacia el occidente, ahora se cree que se dirigen hacia el norte, bordeando un caño que desemboca en el río Apaporis.Hallazgo de una huella frescaEl coronel Fausto Avellaneda, comandante de la operación terrestre de las fuerzas especiales, expresó su entusiasmo ante este nuevo hallazgo. La huella de la menor de edad encontrada es un rastro fresco que se encontraba aproximadamente a dos kilómetros de la última huella conocida. Este descubrimiento brinda pistas alentadoras de que los niños aún están con vida. Para dar con su paradero, los comandos están implementando varias estrategias en la zona.Mapeo de la zona y establecimiento de una ruta de alimentaciónUna de las estrategias utilizadas por los equipos de búsqueda consiste en identificar árboles frutales como el borojo y el mango silvestre. Con la ayuda de imágenes satelitales e inteligencia artificial, las fuerzas militares están cartografiando la zona para localizar los árboles que producen estos frutos y establecer una posible ruta de alimentación para los niños. De esta manera, se pretende establecer un perímetro para rastrearlos y aumentar las posibilidades de encontrarlos.Acordonamiento y señalizaciónEn un radio de cuatro kilómetros donde se cree que podrían encontrarse los niños, se ha colocado una cinta de señalización amarilla con la palabra "peligro". Esta medida tiene como objetivo evitar que los niños se adentren aún más en la selva. Además, se han colgado varios pitos en esta cinta de señalización para que los niños puedan emitir una alerta en caso de necesidad mientras se encuentren en la selva.Apoyo de comandos especiales experimentadosHoy mismo se ha enviado a la zona un grupo de ocho comandos especiales considerados los más experimentados del país, e incluso de Latinoamérica, en búsqueda y rastreo en zonas complejas. Su presencia refuerza la Operación Esperanza y brinda esperanzas renovadas de encontrar a los niños extraviados.“Los niños están vivos y estamos muy cerca de ellos”El general Pedro Sánchez, comandante de operaciones especiales de las Fuerzas Militares, insistió en que están muy cerca de los niños y que, incluso, “en algún momento” se han cruzado con ellos.Sobre la hipótesis de que los hermanitos estén escapando o escondiéndose de las Fuerzas Militares, pensando que son la guerrilla, el general Sánchez dijo que es una de las posibilidades, pues han encontrado huellas frescas por la zona.“Todo está dentro de las posibilidades, pero creemos que es poco probable (que estén escapando). Los niños salieron amenazados por el grupo criminal que delinque allá en la zona, la Carolina Ramírez, que también participó en el asesinato de los indígenas. Lo que hemos averiguado con la familia es que ellos conocen las Fuerzas Militares (…) Hay helicópteros en la zona y los guerrilleros no tienen helicópteros y, hay indígenas en la zona haciendo anuncios, los audios son con la voz de la abuela, la persona más cercana”, añadió.
No se detiene la búsqueda de los cuatro menores desaparecidos entre la selva del Guaviare y Caquetá cuando falta poco para que se complete un mes del accidente de la avioneta. Están siendo buscados por las fuerzas especiales de las Fuerzas Militares, comunidades indígenas y el padre de los menores."Comparando las huellas que hemos encontrado con los sitios en los cuales hemos estado, en algunos momentos pasamos a 100 metros de huellas de ellos. No en el mismo momento, casi siempre después, pero no los vimos, no vimos las huellas porque a 20 metros no se ve nada", aseguró el brigadier general Pedro Sánchez en entrevista con Blu Radio.Asimismo, el general aseguró que la operación va sin pausa y se enfoca en este momento en las zonas donde se han encontrado indicios, pero aseguró que el terreno es difícil y le pone un ingrediente de complejidad a la búsqueda."Comparando con los indicios que hemos encontrado con la posición de las tropas, vemos que, en algunos momentos, hemos pasado a 100 metros de vigencia, a 100 metros de un pañal, o incluso pasamos a 370 metros de la avioneta (...) Estamos un área del tamaño de Bogotá con una vegetación supremamente densa. Todo ello con los diferentes cálculos de análisis del terreno, de curvas de nivel que hacen nuestros especialistas en determinar cómo se comporta el terreno en el área, y también con los métodos de búsqueda, de rastreo que hacen nuestros hombres", añadió el brigadier a Blu Radio.Después de tanto tiempo que han pasado los menores desaparecidos en la selva, el general asegura que en sus análisis los niños aún están con vida: “Si estuvieran muertos, que es lo menos que esperamos, pues sería más fácil ubicarlos, porque estarían estáticos y muy seguramente el olor atraería animales que nos indicarían dónde están”, aseguró.Ya son 29 días que completan los menores de edad caminando en la selva de Caquetá y Guaviare, siendo un terreno complejo de investigar: "Hay jaguares; hay tigrillos; hay serpientes venenosa; hay plantas venenosas, es una amenaza para ellos, pero en este momento la información que tenemos es que están vivos y que los vamos a encontrar".Ante la pregunta de hasta cuándo podría ir esta operación denominada 'Esperanza', el general fue enfático en que irá hasta que se encuentren a los niños “o que la lógica y la sensatez de nuestras tácticas técnicas y procedimientos nos indique lo contrario -y esos factores están determinados por- tiempo y espacio-.Le puede interesar: Las noticias más importantes esta semana en el FPC
Siguen las labores de búsqueda de los cuatro hermanitos perdidos en la selva del Guaviare tras el accidente aéreo ocurrido el primero de mayo. Según reportó el brigadier general Pedro Arnulfo Sánchez Suárez, comandante conjunto de operaciones especiales de las Fuerzas Militares, hallaron nuevas pistas de supervivencia y creen estar cada vez más cerca de los menores.A través de un comunicado compartido por Presidencia, el general Sánchez reveló nuevos detalles de la operación; según dijo, han logrado estar a 100 metros, aproximadamente, de los niños, pues, incluso, ya encontraron otro pañal, que sería del bebé que la semana pasada cumplió un año.“Creemos que hemos pasado a unos 200 o 300 metros de ellos. Hemos encontrado evidencias y hemos corroborado con los GPS, como cuando hallamos los dos pañales, uno usado, que pasamos a cerca de 100 metros de ellos, pero es que allí a 20 metros ya no se ve nada”, indicó el general.Nuevas pruebas encontradas en la selva del GuaviareAdemás de los pañales, el general Sánchez subrayó que fueron encontradas “nuevas pruebas de su supervivencia”, entre estas, unas huellas que evidenciarían que los niños cambiaron de rumbo y se fueron hacia el norte, es decir, que existe la posibilidad que se dirigen al río San Jorge, una zona totalmente virgen.“Sí, encontramos recientes huellas, con el trabajo de nuestras comunidades indígenas y nuestros comandos. Creemos que estamos muy cerca. Hay un caño El Arará, que desemboca en el río Ariari, hacia el norte; y hacia el suroccidente otros afluentes que desembocan en el río San Jorge. La probabilidad más alta es que fueran hacia el río San Jorge, allí no hay comunidades, es una zona totalmente virgen. Creemos que cambiaron de rumbo hacia el norte y al oriente y los indicios nos dicen que irían hacia el río Apaporis. Así se achica la búsqueda con nuestros 119 comandos y 72 indígenas”, explicó.Recalcó que los organismos de búsqueda han recorrido 1.250 kilómetros, que, según ejemplificó, es como ir de Bogotá hasta Quito y regresar hasta Pasto. En ese sentido, recalcó que no suspenderán la búsqueda de los cuatro hermanitos, pues hay indicios de que están con vida intentado salir de la selva.“No vamos a terminar esta operación hasta que la terminemos o hasta que la lógica lo diga. Ellos están vivos; si estuviesen muertos hubiese sido más fácil encontrarlos porque estarían estáticos y los caninos de la búsqueda los hubiesen detectado por olores”, añadió.
Continúa la búsqueda por parte de las Fuerzas Militares en la selva del Guaviare para dar con los cuatro menores de edad desaparecidos tras una accidente de avioneta en Caquetá. En esta operación 'Esperanza' se agregaron nuevos elementos de búsqueda: reflectores y sonido potente que será utilizado en la búsqueda en la noche. El objetivo es que estos equipos ayuden a guiar a los niños que se presume están aún caminando en la selva.Una hipótesis que tienen las Fuerzas Militares sigue siendo que los cuatro menores están caminando hacia el occidente desde el punto del accidente y donde en este momento están los restos de la avioneta tipo cesna. A pesar de todos los esfuerzos que se han dispuesto en los últimos 29 días lo que se presume es que los niños no han parado de caminar y lo que están buscando los comandos de las Fuerzas Militares es detenerlos para encontrarlos muy pronto.Es por esto que a esa operación de búsqueda, denominada 'Esperanza', se están agregando unos potentes reflectores que serán usados en la noche, así como unas cabinas de sonido y perifoneo terrestre con los que se está emitiendo mensajes con el audio de la abuela en medio de la espesa selva.Estos equipos especiales tienen la potencia para ser observadas y escuchadas a los 500 o 1.000 metros y por su potencia fácilmente podrán verse y oírse a través de las ramas y tallos de los árboles que alcanzan los 50 metros de altura.En la zona de búsqueda continúan los más de 110 comandos de las Fuerzas Especiales y los cerca de 80 indígenas, tras la pista de los cuatro menores que hoy completan 29 días desaparecidos en esa espesa selva del suroriente del país.Le puede interesar: Lo más relevante esta semana en el FPC
Luego de 23 días de la operación Esperanza, donde más de 200 hombres intentan dar con el paradero de los cuatro menores desaparecidos en las selvas del Guaviare, las complejas condiciones han obligado a la evacuación de 14 indígenas que hacían parte de los equipos de búsqueda y que, por problemas de salud, tuvieron que abandonar la zona.El paso del tiempo ahora es un factor determinante para dar con los niños, la idea es buscar orientar a los menores y explicarles cómo hacerse notar para que los rescatistas logren ubicarlos.“Se les habla en nombre de la Fuerza Aérea Colombiana, si hay sobrevivientes vuelvan donde dejaron el tetero rosado, y golpeen los palos en las mañanas, tardes y en las noches para poder reconocer su posición, no están solos y seguimos en su búsqueda”, es el mensaje que le envían a los menores en el Guaviare.Además, Blu Radio conoció que este domingo, 28 de mayo, llegaron equipos de audio y luces con las que los militares buscarán iniciar otra estrategia para ubicar a los niños que completan 28 días perdidos en las selvas del Guaviare.
Mientras continúa la búsqueda de los cuatro niños en la selva de Caquetá y Guaviare, Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, uno de los menores, cumple este viernes, 26 de mayo, un año de vida. Cabe resaltar que la bebé está desaparecido junto a sus hermanos Lesly Mucutuy de 13 años, Soleiny Mucutuy de 9 años y Tien Noriel Ronoque Mucutuy de 4 años. Cristin Ranoque es hija de Magdalena Mucutuy, quien la cargaba en sus brazos en medio del vuelo el pasado 1 de mayo, el cual iba rumbo a San José del Guaviare. Cuando ocurrió el accidente, la madre lamentablemente perdió la vida y hoy se especula que la niña está en poder de sus hermanos, quienes continúan caminando por la selva de Caquetá y Guaviare.Cristin Ranoque cumplió un año de vida en la selva y hoy tanto su padre, Manuel Ranoque, las comunidades indígenas de diferentes partes del país y las fuerzas especiales de las Fuerzas Militares la buscan, así como a sus hermanos.Este vienes, 26 de mayo, la operación que está tras ellos, denominada Esperanza, continúa con la premisa de encontrarlos vivos y llevarlos de nuevo a casa.Hasta el momento, todas las capacidades técnicas y operativas han sido puestas a disposición de esta incansable búsqueda. Alrededor de 150 militares de las Fuerzas Militares que hacen parte del operativo y más de 80 indígenas de Putumayo, Caquetá, Guaviare y Cauca se han unido.
El pasado 15 de mayo, la aeronave tipo Cessna que sufrió un accidente fue localizada en una zona rural del caserío Palma Rosa, que hace parte del municipio de Solano (Caquetá), con tres de sus ocupantes fallecidos. Desde entonces, las Fuerzas Militares y después las comunidades indígenas comenzaron la búsqueda de los niños que están desaparecidos.Desde el Puesto de Mando Unificado, donde se monitorea minuto a minuto la operación de búsqueda, se tiene un mapa que parte del lugar donde se encontró la aeronave y que se ha ido modificando con el paso de los días y el hallazgo de nuevas pistas.Al suroccidente de donde se encontró la aeronave está el lugar en el que han aparecido los últimos hallazgos, que es la tapa color rosado del tetero, un pañal utilizado de talla pequeña y un marco de un accesorio de un celular.“Inicialmente, con estos dos primeros elementos, de acuerdo con el estado en las que se encontró, son de los primeros días posterior al accidente y que se tiene en unos 199 grados al occidente” comentó el mayor Jesús Rivera Ortiz, comandante de Maniobra de la operación Esperanza.En relación con el pañal, lo que informó el mayor Rivera es que, “de acuerdo con el análisis que hacen las fuerzas especiales, se puede evidenciar que es del niño de 11 meses”.Al tiempo, el coronel Juan José López, director de operaciones de la Aeronáutica Civil, aseguró sobre ese tema: “Creemos que es de días anteriores, incluso al movimiento que ellos realizaron donde se encontró el tetero, porque no tiene objetivo que usted continúe con una tapa del tetero sin él. Seguramente por algún descuido, son niños, se les van quedando cosas y eso es lo que nosotros hemos encontrado”.A 520 metros de esos elementos estaba un refugio de paso donde también había un pañal utilizado, un par de tenis color azul y una toalla de color verde.Además, estas últimas pistas fueron encontradas por una indígena de la comunidad Nukak, que se insertó a la selva en los últimos días. Ella es la traductora de su comunidad y es la que permite interactuar con los comandos en el área de operaciones.Los últimos elementos encontrados, según los análisis, fueron dejados presuntamente por los niños entre el 4 y 8 de mayo.“Tenemos dos sectores priorizados: al suroccidente (…) y una segunda que no se puede descartar hacia el norte, sobre el caño Ararará”, añadió el coronel.Desde el punto donde fue encontrada la aeronave se ha trabajado en la búsqueda en un área de 360 grados alrededor. En dirección occidente se encuentran a 420 metros la tapa del tetero, a 520 metros el cambuche, a 3 kilómetros las moñas y las tijeras, y a 4 kilómetros el tetero. La hipótesis apunta a que los niños podrían estar caminando en dirección hacia un río denominado San Jorge.El hallazgo de estas pistas ha cambiado el área delimitada de búsqueda, ya que, inicialmente, las fuerzas especiales estaban buscando en un radar de 30 kilómetros cuadrados, después se extendió a 42 kilómetros y en la última actualización se extendió a 400 kilómetros cuadrados, de los cuales se han explorado 48 hasta el martes 23 de mayo.“Las operaciones están encaminadas a hacer un registro detallado y exhaustivo de cada kilómetro cuadrado. La organización de los hombres es metro a metro y palma a palma para tratar de abarcar la mayor cantidad y que no se nos quede algún detalle”, comentó el coronel Juan José López.Y es que las Fuerzas Militares reconocen que las nuevas pruebas pueden distraer las operaciones de búsqueda. “Cada que se encuentra un rastro es un cono de búsqueda que se amplía y la idea es que uno pueda en ir avanzando en movilizar ese cono de búsqueda. Esta situación fue la que nos puso a hacer un análisis especial, que la están haciendo los analistas de terreno”, añadió el coronel López.Puede ver:
Manuel Ranoque es padre de los cuatro menores que siguen desaparecidos en la selva entre Caquetá y Guaviare después del accidente de la avioneta tipo cessna el 1 de mayo. Allí, inmerso en ese agreste ambiente, ha pasado los últimos 15 días buscando a sus hijos: Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses.Desde la zona de operaciones no pierde la fe de encontrar a sus hijos con vida y llevarlos de vuelta a casa.“Una niña de 13 años, otra hija de 9, mi hijo de 5 y mi hija de 11 meses, para mí el poder de Dios existe y es por eso que mis hijos siguen con vida y los tendremos con vida, junto con todos nosotros”, comentó.Aunque su fe no ha decaído ni un solo día, comenta que estar allá no es tarea sencilla.“Anímicamente no estoy bien, esto es un golpe duro, pero sí tengo mucha fe de que posiblemente y muy pronto estaré con mis hijos. Con mi familia, que es lo más importante, estoy bien estoy muy motivado, yo sé que muy pronto lo vamos a lograr”, dijo.A eso se le suma el complicado clima que ha sido un reto incluso para los comandos especiales de las Fuerzas Militares, que han tenido que suspender o retardar las jornadas de operación en varias oportunidades.“Totalmente difícil. Aquí donde estamos no ha sido nada fácil. Ya se han dado cuenta cómo está el clima, es demasiado lluvioso, no ha sido posible. Nosotros hemos estado en todo este monte, le hemos dado, pero no hemos tenido la certeza. Muy pronto los vamos a tener”, contó Manuel.Asimismo, envió un mensaje de agradecimiento a todos aquellos que están detrás de esta Operación Esperanza: “Gracias, Fuerzas Militares. Gracias, Colombia. Muy pronto encontraremos a nuestros niños”.Además, uno de los militares que hace parte de la operación de búsqueda también dejó ver el rostro más humano de una de las operaciones más difíciles que es buscar en medio de un mar de árboles a cuatro niños pequeños.“Unos días siempre difíciles, pero usted sabe que de todas maneras el entrenamiento lo hace a uno más fuerte cada día (…) Uno en estos momentos piensa en sus niños, en sus hijos y la verdad yo no me quiero ni imaginar qué se le puede pasar por la cabeza a ese señor padre”, comentó el comando.También aseguró que: “Mi comando está con toda la esperanza con toda la actitud de encontrar esos niños y esa es la misión en realidad. Con ayuda de Dios y de toda Colombia sé que nuestros niños los vamos a encontrar”.Puede ver:
La innovadora técnica utilizada en Barranquilla por los médicos ginecobstetras Miguel Parra y Cristóbal Abello para darle tratamiento a un caso severo de “hepato onfalocele”, que no es otra cosa que malformaciones en la pared del abdomen del feto, auguraron éxito en el nacimiento de una bebé, cuyo hígado y hasta parte del intestino se encontraban por fuera de la cavidad abdominal. Para dar solución al problema y en medio de un procedimiento poco frecuente en el mundo de la medicina para estos casos, los especialistas decidieron inyectar toxina botulínica, mejor conocida como bótox, para relajar los músculos de la pared abdominal del feto y que fuese más fácil el retorno de los órganos que se encontraban por fuera de la misma. Miguel Parra, uno de los médicos especialistas, explicó que “el hemato onfacele es como si en tu obligo tuvieras un agujero de cinco o siete centímetros. A través de este agugero, sale el hígado y parte del intestino, por lo que teníamos que buscar la manera de relajar los músculos de la cavidad abdominal a través de la toxina botulínica”. Detalló el especialista que la técnica se implementó a las 35 semanas de gestación de la madre dado que, el proceso de relajación, tiende a demorarse tres semanas, las mismas que le faltaban para culminar el embarazo.Fue allí cuando, en conjunto, los médicos decidieron aplicar la toxina botulínica intrauterina para que, al nacer, no tuviera complicaciones en materia de salud, pues, aunque la tasa de supervivencia es mayor al 95%, sí había un leve riesgo de gravedad.En cuanto al costo del procedimiento, éste fue asumido tanto por los padres de la bebé como por el equipo médico de la clínica General del Norte, recordando que, a pesar de ello, muchos de los tratamientos de terapia fetal están cubiertos por el Plan Obligatorio de Salud (POS).La Clínica General del Norte celebró que este primer paciente solo requirió doce días de hospitalización con cirugía de reconstrucción total de la pared abdominal y no el promedio que, normalmente se estima, que iría de 60 a 90 días. “Este reporte preliminar de casos abre una gran esperanza para el manejo de los grandes defectos de la pared abdominal. Estamos trabajando para la publicación en las revistas científicas y estamos iniciando ya un trabajo multicentrico con diferentes grupos alrededor del mundo para validar nuestros resultados preliminares”, indicó el centro médico a través de un comunicado.Le puede interesar:
La hasta hoy jefe de gabinete del presidente Gustavo Petro, Laura Sarabia, se refirió a su salida del Gobierno Nacional, esto después de que el mandatario confirmara que ella y Armando Benedetti, quien fungía como embajador de Colombia en Venezuela salían de sus cargos.Sarabia publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que agradeció al presidente Gustavo Petro y aseguró que rendirá todas las explicaciones con el fin de esclarecer todos los hechos.En desarrollo...
El viernes, 2 de junio, en Mañanas Blu con Néstor Morales, el debate central giró en torno a la caída en la aprobación de la gestión del presidente Gustavo Petro y a la polémica salida de Laura Sarabia y Armando Benedetti del gobierno Nacional, luego del escándalo de chuzadas que se destapó por las denuncias de la exniñera Marelbys Meza.A propósito de los resultados de la encuesta realizada por Invamer, la pregunta para la audiencia fue, ¿por qué cree que ha caído la favorabilidad en la imagen del presidente Gustavo Petro entre los jóvenes?El representante, Heráclito Landínez, se conectó con Mañanas Blu, para hablar sobre la posición del Pacto Histórico ante el escándalo que salpica a Laura Sarabia, la exjefe de gabinete del presidente Petro: “Este caso de las chuzadas no es bueno para el Gobierno, pero sobre todo no es bueno para los colombianos que se trate de un caso judicial tan complejo y creo que debe tratarse en otro escenario”.Por otra parte, el gobernador de Cundinamarca Nicolás García, se refirió sobre la decisión de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) de archivar la licencia ambiental de Regiotram de Occidente: “Aplaza los tiempos de inicio del Regiotram. Se trata del proyecto más fácil de licenciamiento ambiental de todos los que están en curso”.La representante, Catherine Juvinao, se pronunció acerca de la propuesta de Alianza Verde de archivar la reforma a la salud: “Lastimosamente, estamos ante un cóctel letal de factores que hacen mucho más difícil la relación entre el Gobierno y el Congreso, que ya venía fracturada frente a algunos proyectos”.Escuche el programa completo aquí:
Un intento de asalto se presentó a las afueras de un supermercado en el municipio de Soledad, Atlántico, hasta donde seis hombres armados se presentaron (tres de estos vestidos de negro) para retirar el dinero que estaba al interior de un carro de valores perteneciente a la empresa Atlas.De acuerdo con el relato de los testigos, estas personas fueron sorprendidas por los custodios del carro de valores y por los vigilantes del supermercado quienes, en la puja por evitar el hurto, terminaron en un cruce de disparos con los asaltantes.La situación generó pánico entre los clientes que a esa hora realizaban su compra, debido a que varios disparos lograron impactar contra el vehículo y la fachada del establecimiento, pero afortunadamente ninguna persona resultó herida.Sin embargo, uno de los vigilantes notó que al momento de la huida, uno de los seis asaltantes estaba herido, por lo que a esta hora realizan seguimiento si esta persona corresponde a la misma que, minutos después, ingresó por urgencia con una grave herida en su abdomen ocasionada con arma de fuego, para lo que someterán la bala incrustada a estudios de balística, para determinar si es la misma del arma del vigilante que le disparó.Adicionalmente, los casquillos de las balas que quedaron en el suelo del parqueadero del supermercado dan cuenta de que fueron empleadas armas de uso privativo de la fuerza pública.Le puede interesar:
En un giro inesperado de acontecimientos, un joven se convirtió en víctima de hurto a manos de su propio suegro. El incidente, que se volvió viral en redes sociales, dejó perplejos a los usuarios y ha generó una gran cantidad de comentarios.Según lo comentado por el joven, todo comenzó cuando se dirigía a visitar a su novia, cuando fue interceptado por un desconocido en la calle. Este individuo, armado y encapuchado, exigió al joven que le entregara sus pertenencias.Tiempo después, al llegar a la casa de su novia, el joven lo primero que hizo fue contarle que perdió sus pertenencias y ambos hicieron la denuncia. Posteriormente, cuando ya se encontraban realizando otras actividades, llegó el suegro del joven y, en ese momento, se percató que había sido él quien lo había atracado momentos antes.La víctima, en estado de shock y confusión, no podía creer lo que estaba presenciando, por lo que, posteriormente, decidió compartir el incidente en TikTok, donde se volvió viral en cuestión de horas. Además, en las imágenes se puede ver cómo el joven expresa su incredulidad y asombro ante la revelación.Al final, las reacciones en línea no se hicieron esperar, pues los usuarios de diferentes partes del mundo expresaron su sorpresa ante la inusual situación. Además, muchos se preguntaron sobre los posibles motivos detrás de la acción del suegro, mientras que otros manifestaron su apoyo y solidaridad con el joven.A medida que el video se volvía más y más popular, los internautas se volcaron a las redes sociales para expresar sus opiniones. Algunos especularon que podría tratarse de una broma premeditada, mientras que otros consideraron que lo mejor era haber denuncia al suegro.“No puedo creer hasta dónde llega la delincuencia, ya no se puede confiar ni en la familia”, “Que susto, yo lo hubiera denunciado”, fueron algunos comentarios que dejó el video.¿En qué cambio se debe dejar un carro automático al estacionarlo? No lo ponga de inmediato en la 'P'