
Bogotá está nuevamente impactada por cuenta de un paro de maestros que afecta a más de 280.000 niños , quienes se quedaron sin clases debido a las manifestaciones que buscan llamar la atención sobre las políticas educativas del alcalde Carlos Fernando Galán.
La secretaria de Educación, Isabel Segovia, en una reciente entrevista, abordó la situación actual y su impacto en la comunidad educativa de Bogotá. Afirmó que aunque hay 412 colegios públicos en el Distrito, apenas 120 funcionan con normalidad, mientras que 47 están completamente cerrados.
"Estamos haciendo todo lo posible por mantener la atención educativa y el servicio de alimentación escolar a los niños", agregó.
📢 ¡𝐄𝐥 𝐏𝐚𝐫𝐨 𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐭𝐚𝐥 𝐫𝐞𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐁𝐨𝐠𝐨𝐭á!
— ADE 🇵🇸 (@adebogota) April 23, 2025
Este 𝗷𝘂𝗲𝘃𝗲𝘀 𝟮𝟰 𝗱𝗲 𝗮𝗯𝗿𝗶𝗹, el magisterio y las organizaciones sociales salimos a exigir una Bogotá con derechos.
✊🏽 Motivos del Paro
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Impacto en la educación y alimentación escolar
La falta de clases no solo repercute en el aprendizaje de los niños, sino que también afecta su bienestar alimenticio. La secretaria destacó que, gracias a gestiones, se está asegurando la entrega de alimentación escolar
en 280 colegios, lo que alivia en parte las consecuencias del paro.
Demandas del sindicato y la postura de la administración
El pliego de peticiones de los maestros incluye temas como la crisis del Programa de Alimentación Escolar (PAE), dotación escolar y sobrecarga laboral. Sin embargo, Segovia expresó que muchas de estas peticiones ya están acordadas y que hay un compromiso activo de la administración para mejorar la infraestructura educativa. La funcionaria reafirmó la voluntad de diálogo y conciliación, pero subrayó que no pueden permitir que la jornada escolar
se vea vulnerada por constantes manifestaciones. Consecuencias de no asistir al trabajo
Frente a la incómoda realidad del paro, Segovia hizo énfasis en que los docentes que no asistan a clases sin justificación enfrentarán descuentos en su salario.
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La secretaria puntualizó que el derecho a la protesta es fundamental, pero debe ser balanceado con el derecho a la educación. "No podemos seguir permitiendo que los niños pierdan su escuela, su alimentación y su proceso académico", reiteró.
La administración llamó a los educadores a buscar métodos alternativos para manifestarse que no interrumpan la educación.
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Se propusieron fechas alternativas para marchar sin afectar la jornada escolar, incluso sugiriendo realizar protestas en horarios diferentes. El objetivo común debe ser fortalecer la educación pública, sin dejar de lado las inquietudes de los docentes, explicó.