En la comuna 1 de Palmira, el pequeño Jackson de 11 años de edad, regresaba a su casa en el barrio Simón Bolívar, tras visitar a unos amigos en el barrio vecino. Mientras avanzaba, sujetos en motocicleta comenzaron a disparar indiscriminadamente contra las personas que se encontraban por el sector, haciendo que una de las balas impactara contra su cuerpo.
Aunque vecinos y familiares trataron de auxiliarlo, la gravedad de las heridas provocadas por los proyectiles le ocasionaron la muerte, sumiendo así a la familia Mosquera en el profundo dolor de la pérdida.
"Mi sobrino venía caminando, cuando llegaron los tipos y dispararon, cayéndole la bala a él. Esto tiene que despertar el sentir de todo el país, pues era un niño que apenas estaba conociendo la vida, y hoy lo lloramos", señaló Brayan Mosquera, el tío de la víctima y líder del barrio Simón Bolívar.
Durante varios años, esta familia ha residido en esta zona de Palmira, reconociendo que es un sector vulnerable, con una gran necesidad de intervención por parte de diferentes organizaciones.
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Con la muerte del pequeño Jackson, la familia Mosquera sufre una pérdida, pues en el último mes, la muerte los ha atacado en tres ocasiones. Dos por las fronteras invisibles, y uno en medio de un atraco.
El líder comunitario y tío de la víctima, le pide a las autoridades justicia para el dolor de su familia, pero especialmente la llegada de oportunidades a esta zona vulnerable de la ciudad, asegurando que estos jóvenes no requieren castigos o medidas extremas, sino una atención integral para así evitar que sean víctimas de la delincuencia o caigan en redes criminales.
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