Una amplia zona del Hospital Universitario de Santander que estaba sirviendo como bodega, fue intervenida con obras y habilitada como pabellón para la atención de pacientes con COVID-19.
En el nuevo espacio fueron instaladas 110 camas de las cuales 22 serán de cuidados intensivos.
“Diseñamos un plan de expansión para ampliar la oferta de camas en la pandemia y logramos la recuperación de espacios. Esto nos da la oportunidad de tener un 25% más de capacidad instalada solo para pacientes COVID-19”, informó el gerente del hospital Julián Niño.
Para la atención de los pacientes que lleguen a este centro asistencial, el pabellón contará con un equipo de profesionales que fue entrenado en la atención del virus que permita reaccionar de la mejor manera frente a la enfermedad.
El gerente también explicó que, dependiendo de los síntomas y el estado de salud del paciente, se quedarán hospitalizados o serán enviados a casa.
“Primero pasan por la zona de aislamiento en las carpas instaladas en el parqueadero donde se hace el triage. Si el paciente tiene síntomas leves se envía a la casa con todas las medidas de prevención para que cumpla el aislamiento, pero su tiene un estado de salud moderado se hace un monitoreo y espera confirmación del caso positivo para ser trasladado al pabellón COVID-19”, señaló Niño.
El pabellón de aislamiento fue instalado de manera temporal y puede operar por más de dos meses.
“Esto mientras vemos la evolución del pico de la pandemia, mientras tanto vamos apropiando recursos para poder mantener la operación con tranquilidad”, puntualizó.