
En el marco de la audiencia pública convocada por la Comisión Séptima del Senado para debatir la reforma al sistema de salud, el viceministro de Salud, Luis Alberto Martínez, anunció la posibilidad de modificar algunos artículos del proyecto, abriendo la puerta a que usuarios y pacientes participen en los ajustes.
Más de diez representantes de asociaciones de pacientes, en su mayoría con enfermedades huérfanas y de alto costo, intervinieron para exponer lo que calificaron como una “crisis humanitaria sin precedentes”. Según los voceros, la desfinanciación del sistema no solo ha afectado la prestación oportuna de servicios, sino que estaría siendo utilizada como una herramienta de presión para imponer una reforma sin consensos.

“El mensaje del Gobierno ha sido claro: si no se aprueba su reforma, no habrá dinero para el sistema”, denunció Néstor Álvarez, de pacientes de Alto Costo. Los participantes advirtieron que esta estrategia constituye una forma de chantaje que pone en riesgo la vida de millones de colombianos, especialmente de los más vulnerables.
Durante la audiencia, se hizo un llamado urgente a garantizar la asignación adecuada y oportuna de los recursos a través de la Unidad de Pago por Capitación (UPC), con el fin de reducir la mortalidad y atender las necesidades más críticas mientras se define una reforma estructural.
Además, se propuso la implementación de un sistema de información robusto y transparente que permita medir la eficiencia del sistema de salud y gestionar el riesgo con base en resultados, algo que, según los voceros, no está contemplado en el articulado actual del proyecto. También alertaron sobre el riesgo de que la reforma, tal como está diseñada, incremente la burocracia y la corrupción, al contemplar la existencia de más de 500 administradores de los recursos del sector