¿Qué son los ‘picky eaters’? Características, causas y todo lo que debe saber

Un riesgo claro que corren los niños al tener conductas de alimentación selectivas es tener problemas de nutrición.

Niños comiendo, referencia
Foto: AFP

Los niños selectivos al comer, conocidos como ‘picky eaters’, se caracterizan por tener ciertas conductas alimenticias como consumir un número muy limitado de alimentos; solo 20 tipos. Estos comportamientos usualmente empiezan desde los dos años de edad y son un motivo frecuente de consulta y preocupación en los padres.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante los primeros años de vida, es fundamental para el desarrollo cognitivo y crecimiento, una nutrición óptima. Sin embargo, la conducta de los niños frente a los alimentos suele ser cambiante a medida que este crece, por lo que muchos pueden pasar por etapas de selectividad.

Silvia María Vergara Arregocés, psicóloga clínica de la Clínica del Country, señala que “alrededor del 30% de los niños selectivos pueden sufrir obesidad o sobrepeso”. Según explica la Clínica, esta clase de niños comen muy poco, lloran o se perturban a la hora de la comida, rechazan muchas preparaciones, son reacios a probar alimentos o sabores nuevos, prefieren tomar líquido y no alimentos sólidos, además de que suelen comer apenas dos o tres bocados por cada comida.

Un riesgo claro que corren los niños y niñas al tener conductas de alimentación tan selectiva es tener problemas de nutrición. Adicional a esto, al haber reducción en el consumo de ciertos alimentos que son esenciales para su crecimiento, baja el nivel de ingesta de nutrientes y con ello la pérdida de algunas vitaminas.

La doctora Vergara resalta que, entre los factores que inciden para que un niño se vuelva selectivo con la comida, influyen los siguientes:

  1. Conductas parentales: los padres que ejercen presión sobre sus hijos para comer favorecen el desarrollo de conductas restrictivas en la alimentación.
  2. Factores motrices: están relacionados con los procesos de masticación, la buena postura y la alimentación independiente con sus manos o cubiertos.
  3. Factores emocionales: relacionan la comida con regaños y gritos, esto puede ser causado por la ansiedad.
  4. Introducción tardía de sólidos: inicio de la alimentación complementaria después de los 6 meses; igualmente, la poca variedad en alimentos, texturas y preparaciones en sus primeros años de vida, así como la ausencia de progresión en éstos para llegar a la dieta familiar.

La Clínica también advierte que hasta el 10 % de los picky eater puede llegar a la edad adulta con trastorno de la alimentación y, aunque pueda desaparecer con el paso del tiempo y el buen manejo que se le dé, es crucial que los padres estén alerta y sigan ciertas recomendaciones.

Acudir a un especialista para que el niño pueda ser atendido por un equipo interdisciplinario.

  • Las tácticas positivas como aplaudirles, alabarlos, darles premios por comer no son recomendadas: lo harán por la retribución.
  • Familiarizar al niño con las buenas prácticas alimentarias desde temprana edad.
  • Realizar intercambios dietarios, de tal manera que el niño reciba variedad de alimentos.
  • Nunca regañarlo, si no come.
  • Eliminar distractores como juguetes, televisores, tabletas, entre otros.
  • No ofrecer postres como recompensa.

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