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Se apagaron los bafles, ya no hay rumberos y los ritmos del Grupo Niche, Héctor Lavoe, Ismael Rivera, entre otros exponentes de la salsa, no volvieron a hacer vibrar los corazones en las discotecas caleñas.
Muchos de estos sitios parecen establecimientos fantasma donde la vida de las sonrisas no ha vuelto,e incluso, ha tenido que cerrar sus puertas para siempre dejando en el olvido los momentos de éxtasis que siente un caleño al bailar.
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Uno de estos sitios fue Salsa Night Club, uno de los más emblemáticos templos de la rumba en la capital del Valle que tuvo que despedirse de esas noches de felicidad por culpa de la crisis del coronavirus.
Luego de 13 años de hacer vibrar sus baldosas con las revoluciones animadas de los vallecaucanos y extranjeros, esta discoteca tuvo que clausurar sus puertas tras no recibir clientes durante meses y dejar en la calle a más de 20 personas que ahora buscan una nueva oportunidad.
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En BLU Radio hablamos con Gonzalo Cortez, dueño y administrador de ‘Salsa’ quien precisó que fue imposible poder pagar la cuota mensual del lugar por lo que tuvo que dejar tiradas las cabinas de sonido y mesas en una bodega que espera ser reabierta para que no sea olvidada.
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