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En Colombia, como en muchos lugares del mundo, la educación debe garantizarse a todos los ciudadanos, sin importar las condiciones económicas o sociales. Incluso, la norma señala derechos que no se pueden vulnerar. Por tal motivo, los entes gubernamentales deben asegurar el acceso a la educación, incluso de manera no presencial, cuando el estudiante enfrente alguno de estos desafíos.
Y si bien esto es una ley reconocida en todo el mundo, lo cierto es que alrededor de 244 millones de jóvenes y niños en el mundo no han podido escolarizarse por razones sociales, culturales o económicas. Por tal motivo, los gobiernos trabajan en brindarle este derecho a cada niño, niña, joven e incluso adulto que no ha podido ingresar al aula de clase.
Ante ese panorama, en Colombia existe una norma que brinda la posibilidad de estudiar de manera virtual, así los colegios exijan la presencialidad, siempre y cuando se presenten ciertas condiciones. Por ello, el Ministerio de Educación permite la llamada "educación en línea", garantizando el desarrollo de una formación cuyo escenario de enseñanza y aprendizaje es virtual.
Según lo estipulado en el Decreto 1860 de 1994, en su artículo 4, todos los colombianos tienen derecho a recibir al menos un año de educación preescolar y nueve años de educación básica.
Es decir, se establece la educación obligatoria para completar la educación media y, en algunos casos, universitaria. De esta manera, los colegios deben garantizar la formación en todos los niveles: preescolar, primaria y secundaria. Esta educación puede brindarse en instituciones estatales, privadas, comunitarias, cooperativas, solidarias e incluso sin ánimo de lucro.
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Bajo ese contexto, la norma también señala la posibilidad de estudiar sin la necesidad de asistir a un aula física en los casos en que existan condiciones que lo impidan.
De hecho, a este tipo de formación pueden acceder tanto adultos que no culminaron sus estudios como estudiantes de entre 5 y 15 años que enfrentan condiciones de salud o sociales que les dificulten asistir al colegio.
De esta manera, si el estudiante presenta condiciones que afectan su asistencia a la institución educativa —ya sea por vivir en una zona rural de difícil acceso, tener una condición de discapacidad (mental, visual o motora), entre otras—, los colegios deben garantizar su derecho a la educación de forma virtual.
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Ante esta normativa, se presenta un reto importante en los ámbitos social, económico y político, así como en las relaciones ejercidas con las TIC, pues no solo se trata de hacer llegar la educación a varios lugares, sino que también se deben fortalecer los métodos pedagógicos.
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