En Soledad, 48 mujeres de la comunidad Afro, que por años se han dedicado a la elaboración y venta de dulces durante Semana Santa, narran el viacrucis que enfrentan por cuenta de las medidas de restricción del COVID-19. La falta de ventas ha dejado a estas mujeres, en su mayoría madres cabeza de hogar, en banca rota.
Liliana Viloria es representante de la comunidad afro en Soledad, y hace parte de las 48 microempresarias que durante la Semana Santa se dedican a la elaboración y venta de dulces.
A este grupo de mujeres, también les ha afectado de manera significativa las medidas dispuestas para la prevención del COVID-19, dado que en años anteriores exponían sus dulces en centros comerciales,parques y ferias, pero el escenario este año les cambió y aunque intentaron vender a domicilio, esta estrategia no les dio resultado.
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Antes de la crisis generada por el COVID-19, las microempresarias hicieron créditos para adquirir los insumos de los dulces, ahora no tienen claro cómo harán para responder a los prestamistas o bancos.
Las integrantes de esta comunidad en Solead lanzan un llamado al gobierno local y central para que les suministren un tipo de ayuda que les permita mitigar la afectación económica.
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