Hace dos años, los comisarios encargados de custodiar la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén contactaron a Santiago Ocampo, un artista de 29 años que reside en el Carmen de Viboral para encargarle una misión muy especial: construir el Cristo del Silencio, hasta ahora, la única pieza religiosa de origen colombiano que llega a Tierra Santa.
“Es un Cristo que va a estar dispuesto en el Monte Gólgota y que lo van a descender para ungirlo y depositarlo finalmente en el Santo Sepulcro, que es el lugar donde resucita Jesús”, afirmó Ocampo, quien después de varios años de trabajo y de recibir la bendición del obispo, emprendió el vuelo a Jerusalén para llevar su creación.
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“Es una pieza que tiene unas medidas de 95 centímetros desde la cabeza hasta los pies, más la cruz que mide 1.90. La cruz es en roble, es ahuecada; el Cristo es vaciado en un material liviano, pintado al óleo, con clavos de plata y las potencias en plata” manifestó Santiago.
La obra podrá ser apreciada a partir de esta semana por propios y turistas que llegan a Tierra Santa a revivir, la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.
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