Hoy me siento orgulloso de lo que he logrado. Claro, mi apariencia estética cambió y no son pocas las opiniones crueles que debo soportar por estar delgado y no ser el "gordito" de antes.
Quiero insistir en la necesidad de trabajar en las habilidades personales que nos permitan construir relaciones respetuosas, funcionales y emocionantes en los equipos a los que pertenecemos.
Ahora entiendo que la inteligencia narrativa es una herramienta poderosa para mejorar la salud mental de diversas maneras. Desarrollarla puede mejorar nuestra autocomprensión, bienestar emocional.
La dinámica social está basada en estar plenamente informado. De alguna manera, se quiere saciar la mente de las personas y casi se desprecia la incertidumbre, cuando en realidad deberíamos entender que más importantes que las respuestas son las preguntas.
Inmediatamente busqué información sobre cómo enfrentar este estado de agotamiento emocional y encontré cuatro claves que me parecen valiosas para la vida diaria.
Las redes sociales nos alejan físicamente de las personas. Nos hacen creer que basta con estar conectados virtualmente, cuando las verdaderas relaciones se construyen mediante el diálogo real y físico.
Por ello, creo que la mejor manera de tener buenos recuerdos es vivir el presente con realismo, pasión, esperanza, tratando de hacer el bien, gozando cada momento y eligiendo el camino más placentero, ya que las acciones de hoy son los recuerdos de mañana.
El descanso adecuado y la desconexión de las labores habituales ayudan a reducir la presión arterial, mejorar la calidad del sueño y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Un falso dilema es un error de razonamiento que presenta solo dos opciones como las únicas posibles, cuando en realidad existen alternativas viables que no se consideran.