Caos vial y falta de autoridad: columna de Óscar Montes
El panelista Óscar Montes habló sobre la movilidad de Barranquilla.
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El caos vial que vive Barranquilla por cuenta de quienes consideran que pueden estacionarse donde quieran y a la hora que quieran parece no tener solución. Los infractores y conductores irresponsables nos van a ganar por cansancio. Por más que se denuncien los cientos de casos, incluso con videos y fotos, nada pasa contra estos conductores que confunden las vías de la ciudad con el patio de sus casas.
Los grandes supermercados terminaron utilizando las aceras y las vías peatonales como estacionamientos de vehículos de proveedores de cervezas y gaseosas. Las clínicas también habilitaron las aceras para estacionar sus ambulancias, los colegios de igual manera utilizan la vía pública para formar colas eternas de carros particulares a la espera de que salgan los alumnos de clases.
Mientras tanto los peatones y demás conductores que se frieguen, que chupen, que se muerdan los codos.
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Ese comportamiento por parte de quienes deben dar ejemplo de respeto por los demás ciudadanos deja mucho que desear. ¿No pueden los camiones proveedores de alimentos y bebidas descargar a otras horas? ¿No pueden las clínicas construir parqueaderos internos que faciliten el acceso de los pacientes y sus familiares? ¿No pueden los colegios hacer lo propio para evitar los trancones o represamientos en las vías de la ciudad?
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En todo este caos llama la atención el comportamiento de las autoridades, que no han podido encontrar la solución al problema. Los agentes de tránsito brillan por su ausencia, pues nunca hay uno solo ni para un remedio. A veces están a pocos metros de los sitios denunciados, pero los ve uno dedicados al juego de moda en Barranquilla: el Chateo.
La secretaría de Movilidad y Seguridad Vial deberá aplicarse más a fondo para poner fin a estos comportamientos insolidarios y abiertamente irregulares. Es necesario más sanciones y mano dura. Porque está visto que por las buenas no lograron persuadir a estos malos ciudadanos. La Ley existe para aplicarla y los códigos que establecen drásticas sanciones deben llevarse de la letra muerta a la aplicación de las normas.
Ya está bueno de tantas contemplaciones con quienes no están dispuestos a respetar las normas que permitan la sana convivencia.
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