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Defensores de derechos humanos piden que se investigue por corrupción los lujos dentro de la cárcel de Itagüí, Antioquia, pero que no sea excusa para frenar los procesos de diálogos del Gobierno nacional con los jefes de las estructuras criminales.
Al instalarse la mesa de diálogo en la cárcel La Paz de Itagüí con 16 cabecillas criminales, un grupo de la Procuraduría hizo una inspección en las celdas del centro penitenciario donde algunos de los privados de la libertad se encuentran muy cómodos.
Allí se hallaron colchones ortopédicos, baldosas en cerámicas, cajones y hasta piscinas inflables, que fueron ingresados de manera irregular a la cárcel de máxima seguridad.
Jorge Carmona, defensor de la población carcelaria en Antioquia, sostuvo que esta clase de lujos son usuales en muchas cárceles del país, por lo que se tiene que sancionar a quienes permiten estos actos corruptos. Sin embargo, espera que estos casos no empañen las negociaciones que buscan lograr una paz urbana.
“De lujos en los centros penitenciarios, esto no es nuevo, es algo que se ha propagado a lo largo de la historia del sistema penitenciario del país, ya que finalmente de un tema que va de la mano de la corrupción en centros carcelarios y penitenciarios en el país”, aseguró.
Javier Augusto Sarmiento, procurador delegado para la defensa de los Derechos Humanos, reveló que los actos irregulares son tantos que, incluso, se han hecho modificaciones constructivas en las celdas.
La Procuraduría continuará con las inspecciones para determinar si se debe hacer un proceso disciplinario, mientras que también será garante en los diálogos entre las bandas criminales y el Gobierno nacional.
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