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Gracias a un innovador proyecto de la Universidad CES y Porkcolombia, ahora se puede obtener energía eléctrica a partir de la biomasa residual de la industria porcícola.
La Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia adelantó un biorreactor que trata la porcinaza, es decir, la mezcla entre el excremento y la orina de estos animales, con el material utilizado como cama en el alojamiento de los cerdos, el agua proveniente del lavado de las instalaciones y la que se pierde de los bebederos.
Este producto tradicionalmente utilizado dentro de los procesos de fertilización de cultivos por su riqueza orgánica, ahora, y gracias a los avances conseguidos en el desarrollo de este proyecto, también podrá utilizarse en la energización de la misma granja porcícola.
Este biorreactor que tiene la capacidad de tratar aguas de diversos procesos productivos ahora permite la producción de un biogás rico en metano que después se utiliza como combustible para la generación de energía eléctrica en el predio.
Corina Zambrano, vicepresidente de Porkcolombia, resaltó la importancia de este trabajo desarrollado con el CES.
“Es muy importante lograr de una manera tan tecnificada dos abordajes desde el punto de vista ambiental, de una parte el manejo biogás y energía limpias, y de otra parte todo el tema de biofertilización”, aseguró.
El valor total del proyecto de investigación fue de $183.549.260, financiados por la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES y por Porkcolombia.
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