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En Antioquia, 556 auxiliares de Policía podrían ser reubicados por encontrarse en servicio en zonas de conflicto donde hay fuerte presencia de los grupos armados ilegales, tal y como fue ordenado por el presidente Gustavo Petro.
Estos uniformados bachilleres están distribuidos en todo el territorio antioqueño, pero las zonas de mayor riesgo son el Urabá, el Occidente, el Nordeste, el Suroeste, el Norte y el Bajo Cauca antioqueño, donde la Policía es víctima de hostigamientos de las disidencia de las Farc, Los Caparros, el ELN y el Clan del Golfo.
Según los datos de la Policía de Antioquia, 335 auxiliares prestan su servicio en 100 municipios del departamento, mientras que 221 adicionales se encuentran solo en la región del Urabá, uno de los territorios más peligrosos y donde los policías han sido objetivo de constantes ataques.
Para Luis Fernando Quijano, presidente de la Corporación para la Paz y el Desarrollo Social (Corpades), reubicar a estos jóvenes es una decisión acertada porque son blanco de hostigamientos ante su falta de preparación.
"Así dejan de ser carne de cañón y me parece que es una decisión acertada. Obviamente primero, porque son inexpertos y no tienen el entrenamiento suficiente para enfrentar a las AGC (Clan del Golfo), a las disidencias, al ELN o a los llamados urbanos", sostuvo.
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Quijano propone que los auxiliares pueden prestar servicio con atención a las comunidades afectadas por las lluvias, en temas de prevención del consumo de drogas u otras tareas de apoyo social en Antioquia.
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