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En una casa de cambio de Colombia comprar diez dólares (USD) en pesos colombianos (COP) cuesta alrededor de 34 mil pesos, ese mismo valor cuestan 100 bolívares venezolanos (VEF). En estos momentos, un huevo en ese país cuesta cerca de 93. En buses y calles de las ciudades de Colombia se regalan o se venden, al precio que el comprador desee, miles de bolívares de los migrantes venezolanos que llegan a diario al país.
Algunos de ellos han encontrado la manera de darle valor. Se trata de esculturas de animales como osos, serpientes y aves, billeteras, carteras cuyo material es el papel de la moneda del país que alguna vez tuvo el PIB más alto de América Latina, y que hoy es del 52% menos de lo que era en 2013, cuando subió Nicolás Maduro a la presidencia de Venezuela.
César, de 43 años, y Erika, de 26, venden estos productos que exhiben sobre una tela blanca en el suelo del mercado de pulgas de Usaquén, cada domingo.
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Ella es una joven de pelo negro, de piel blanca, tiene un "piercing" en su nariz y viste una chaqueta color crema. Él, contrario a ella, es muy alto, delgado y de piel morena. Lleva una chaqueta amarilla y unos pantalones color café que parecen algo grandes para él. Ambos son serios, sonríen poco cuando hablan, pero son amables y hablan de su historia con tranquilidad.
Entre semana están en el centro pues allá hay más tránsito de turistas y "la Policía molesta menos". Ellos dos, con el esposo de Erika, crean y comercializan estos productos en un trabajo que encontraron hace meses. "La mente maestra es mi jefe Orlando. Yo lo conocí aquí. Él es colombiano, pero vivió en Caracas durante 50 años y decidió regresar cuando la situación se empezó a poner mala".
Cuenta que su jefe era diseñador gráfico y creaba vestidos de baño, pero al llegar a Colombia empezó a trabajar con esto. "Sabiendo que estos billetes los botaban, los botaban a la basura. Él encontró valor en algo que ya no tiene valor".
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César explica que los billetes los compra Orlando en la frontera, esos que son la materia prima de los artículos que venden a precios que oscilan entre los 25 y los 80.000 pesos, y cuyos mayores compradores son extranjeros, es por eso que al lado de su puesto de venta tienen un letrero que reza "all made with original venezuelan paper money" (Todo hecho con papel de moneda original de Venezuela).
"Se siente un poco extraño, ¿no?", confiesa César, "porque es la primera vez que pasa, como venezolanos, que el dinero no vale nada. Tenemos que acostumbrarnos".
Actualmente, según cifras oficiales de la Personería, en Bogotá habitan 313.528 migrantes venezolanos, aproximadamente un 22% de los que han llegado a Colombia
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