Para Jan Erick Cárdenas era una tarde normal, recorría hacia las tres de la tarde la avenida NQS de Bogotá en su moto de la Policía Nacional. La supervisión y control del flujo normal del sistema Transmilenio es su tarea diaria, este jueves, al terminar la tarde, había perdido su moto y experimentado miedo por su vida.
A la altura de la Universidad Nacional, por la Avenida NQS sentido norte-sur, un grupo de al menos 30 personas se encontraba protestando hacia las tres de la tarde. El patrullero aceleraba por el carril exclusivo del sistema público de transporte cuando:
“Se me lanzan unos diez muchachos de la universidad y arremeten contra mi integridad física. La única opción que me dieron fue dejar la motocicleta botada para poder emprender la huía”, aseguró el patrullero Cárdenas en exclusiva para BLU Radio.
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Lo siguiente que el patrullero Cárdenas sintió, según relató, fue el golpe de las piedras sobre su cuerpo, los manifestantes le lanzaban estos objetos con el fin de herirlo. Sin embargo, el sentimiento de vulnerabilidad no acabó ahí. El patrullero Cárdenas sintió cómo por su lado pasaban las bombas incendiarias, más conocidas como “molotov”. Cuando volteó a mirar el lugar donde había dejado su moto, el vehículo ya estaba prendido en llamas.
“Yo arranqué a correr para la calle 45 para salvaguardar mi integridad física. Ya que en varias ocasiones ha ocurrido que estas situaciones terminan con compañeros lesionados o quemados debido a que estos jóvenes lanzan este tipo de artefactos explosivos y piedras”, contó Cárdenas.
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Una vez el patrullero estuvo en un lugar seguro, dijo, se comunicó rápidamente, a través del radio, con sus compañeros del ESMAD que llegaron en seguida para ayudarle a dispersar a las personas que ya habían incendiado su moto y retirarla del lugar.
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