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Atendiendo la solicitud de la Fiscalía y bajo el argumento de que “es un hombre frío y calculador” que debe ser resocializado pagando pena tras las rejas, un juez envió a la cárcel Modelo de Barranquilla a Jairo Medina, quien reconoció haber asfixiado a una mujer el pasado 28 de febrero, para robarle su camioneta y 10.015 dólares en criptomonedas.
La víctima fue identificada como Liliana Segovia, de 36 años, a quien Medina no solo asesinó, sino que mantuvo su cuerpo escondido en un tanque en su casa hasta que lo tiró en una trocha del municipio de Tubará.
Previo a la decisión del juzgado, la defensa de Medina solicitó que fuera enviado a su casa con detención domiciliaria, alegando que es una persona que no registra antecedentes, confesó el crimen, colaboró con las autoridades y, por consiguiente, no obstruirá la justicia ni representará un peligro para la sociedad, lo cual fue desestimado completamente por el juez.
No obstante, el juez pidió que Medina sea aislado en un pabellón seguro y que el Inpec adopte medidas especiales de protección para garantizar su vida, ya que el confeso asesino refirió estar en riesgo en la cárcel Modelo.
Por seguridad, su defensa pidió que fuese enviado a la cárcel distrital El Bosque, porque, según el procesado, en La Modelo y en el El Bosque le “quieren hacer daño”.
La Procuraduría no tuvo reparos ante esta solicitud, pero la Fiscalía sí se opuso porque consideró que, dada la gravedad de los delitos que cometió y aceptó, Medina ya debería estar a disposición del Inpec.
En este sentido, el fiscal del caso pidió que, “si se siente en riesgo, que busque un cupo en la Tramacúa de Valledupar u otra cárcel fuera de la ciudad”.
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