Asesinatos de policías y periodistas: columna de Óscar Montes

Mientras integrantes del llamado "Clan del Golfo", emboscaron y asesinaron en San Pedro de Urabá a 8 policías en momentos en que acompañaban a funcionarios de la Unidad de Restitución de Tierras, en la frontera colombo-ecuatoriana, habrían sido muertos dos periodistas y el conductor de un vehículo de nacionalidad ecuatoriana, quienes realizaban una investigación sobre el grupo guerrillero liderado por alias Guacho, luego de abandonar las filas de las Farc.

Los agentes de Policía y los periodistas solo cumplían con su deber. Los primeros brindaban seguridad a quienes están al frente de la recuperación de las tierras arrebatadas de forma violenta por los grupos criminales a sus verdaderos dueños y los segundos pretendían informar acerca de las actividades narcotraficantes de alias Guacho, antiguo militante de las Farc.

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Mientras en Colombia se volvió lugar común hablar de "policías corruptos", por cuenta de las actividades criminales de unos pocos, hay decenas de uniformados que ofrendan sus vidas todos los días por cumplir su deber con honradez y patriotismo. Son verdaderos héroes.

Igual ocurre con los periodistas, hoy señalados también de forma generalizada en el país de "enmermelados y corruptos". 

El oficio del periodismo en cualquier parte del mundo tiene una sola razón de ser: la búsqueda de la verdad. Muchas veces cumplir con esa misión implica poner en riesgo la integridad y la vida.

Ojalá que quienes señalan todos los días a policías y periodistas de corruptos, piensen un instante en que así como hay uniformados y comunicadores que deshonran sus nobles oficios, también hay otros, como los muertos en San Pedro de Urabá y los secuestrados en la frontera colombo-ecuatoriana, que entregan sus vidas por cumplir con su deber