Una lluvia de ceniza arropó a gran parte del norte y centro de Barranquilla desde el pasado martes como consecuencia de un incendio de amplias proporciones que se registra desde la mañana de este martes del otro lado del río magdalena, en la Isla Salamanca.
Mientras las calles amanecieron bajo estas marcas de la vegetación que ha perecido entre las llamas, en el sector llamado La Lola, hay dos focos del incendio ardiendo sin control, lo que afecta a decenas de hectáreas de enea y mangle.
La dirección de los vientos durante la noche de este martes incrementó las afectaciones entre los barranquilleros, quienes experimentaron picor en los ojos, molestia en la nariz y garganta y hasta ahogo al respirar.
“En mi casa todos terminamos afectados. En mi caso soy asmático y esto me afectó demasiado. No es posible vivir bajo estas condiciones”, expuso Raúl Soto, residente del barrio Olaya.
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Aunque las labores de exterminio del fuego quedaron suspendidas para ser retomadas en la mañana de este miércoles, el cambio en los vientos modificó el rumbo de la columna de humo que ya no recae directamente sobre sectores del sur de la ciudad. Esta situación se da además en medio del pico de una ola de calor que ha llevado a marcar hasta 43° de sensación térmica, lo que incrementa las alertas por incendios forestales y, a su vez, dificultará el manejo de esta emergencia en Isla Salamanca.
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“Pedimos a las autoridades que intervengan. No es posible que con el inicio de la sequía ahora nos veamos otra vez expuestos a estas quemas”, indicó Germán Martínez, ciudadano del sector El Limoncito.
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