Angustiados dicen sentirse estudiantes y docentes de la Universidad del Atlántico frente a una preocupante ola de atracos que se estaría registrando dentro de las instalaciones del alma mater, sobre todo, en horas de la noche cuando la oscuridad apremia y éstos buscan desplazarse desde un bloque a otro para cumplir con sus actividades académicas y/o administrativas.
Alejandra Bolívar, una estudiante de la Universidad del Atlántico, asegura que la situación no es nueva, pues la falta de cámaras de seguridad y torniquetes en la entrada principal de la institución estarían permitiendo que no haya un control estricto en cuanto al acceso a las instalaciones lo que, a su vez, facilita el ingreso de personas externas a la misma.
"Esto ha provocado que personas externas puedan ingresar sin ningún tipo de control para hurtar a estudiantes, maestros y hasta personal administrativo, cualquier persona está insegura dentro de nuestra Universidad", explicó Bolívar.
La situación llevó a que desde el pasado lunes tres facultades académicas se declararan en asamblea permanente hasta tanto no se tomen correctivos, luego de que un estudiante resultara gravemente lesionado en medio de un atraco que intentó evitar.
"Tenemos el caso de un compañero de nuestra facultad que, por un intento de hurto, terminó fuertemente golpeado por las personas que lo querían robar. Él ahora mismo se encuentra incapacitado, por lo que estamos solicitando intervención inmediata", dijo Bolívar.
Junior Villarreal, representante estudiantil ante el Consejo Superior Académico, solicitó una mesa de trabajo "urgente" con acompañamiento de las directivas de la Universidad del Atlántico, la Defensoría del Pueblo y la Gobernación, en la que se asigne un presupuesto para mejorar la infraestructura del alma mater.
"Lo que venimos pidiendo es una mesa de negociación que tenga un presupuesto asignado para ejecutar obras en materia de infraestructura, porque no queremos que todo quede en un pliego de peticiones, el estudiantado se cansó de las mesas y nunca se concerte un presupuesto asignado para lo inmediato que sería entre 2023/2024", dijo.
Por el tema, consultamos a la Universidad del Atlántico y su equipo de comunicaciones confirmó que la ausencia tanto de las cámaras de seguridad y como de los torniquetes se debe a que fueron desinstalados durante las pasadas manifestaciones del año 2018, a manos de 'encapuchados'.
Sin embargo, el rector Danilo Hernández ya solicitó un informe detallado sobre la situación a la rectora encargada, Maryluz Stevenson, a quien le pidió cuentas sobre los avances del programa ‘Campus Seguro’ que, actualmente, se encuentra en marcha para desarrollar las mejoras en materia de infraestructura y reforzar el cerramiento perimetral que evitaría el ingreso de personal externo a la institución académica.
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