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Con los niveles del río Magdalena en 8.16 metros, cada vez las aguas de este poderoso afluente están más cerca de la vía Oriental, la carretera que va de Barranquilla a Calamar, Bolívar, y que viene a ser la única barrera de protección para las comunidades del sur del Atlántico, a pesar de que no fue construida para contener tales inundaciones.
Bajo este panorama, un equipo interventor de Cormagdalena se desplazó a la zona para definir este mismo viernes las condiciones en las que se realizará un dragado en el Canal del Dique que permita mitigar la apremiante situación, una obra que responderá a los llamados de la comunidad en riesgo, informó el secretario privado de la Gobernación del Atlántico, Guillermo Polo.
Este viernes también se espera retomar las obras de construcción de un muro de contención en el municipio de Santa Lucía, donde los trabajos habían sido suspendidos por protestas de la comunidad, informó Candelaria Hernández, subsecretaria de Gestión del Riesgo del Atlántico.
Mientras tanto, ingenieros especialistas en la materia continúan haciendo recorridos diarios por la vía Oriental para revisar que no se presenten daños, ya que esta carretera es el dique de protección de los municipios.
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