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Cinco días después de la explosión ocurrida en la cocina de un hotel en Tubará (Atlántico), murió el trabajador Manuel Bolaño, uno de los seis heridos que dejó el incidente y quien no resistió las quemaduras de segundo grado que sufrió en el 85 % de su cuerpo.
Bolaño era un pintor y latonero de 65 años que, además, se ganaba la vida trabajando oficios varios en la construcción del hotel Lotus Glamping, donde la tarde del viernes 6 de octubre estuvieron probando la instalación de una tubería de gas y, al intentar encender una estufa, hubo una fuerte explosión que acabó con su vida.
En el incidente también resultaron heridos Rafael Bolaño, hijo del trabajador fallecido; el propietario del lugar y su hijo, así como un chef y su ayudante.
"Mi papá y mi hermano estaban laborando allá y el señor (dueño) llamó a mi papá para un favor. Dice mi hermano que ellos entraron y estaba prendido un lado de la estufa, luego abrieron el gas y eso explotó", contó Daleidys Bolaño, hija de Manuel.
La mujer cuenta que su hermano tiene heridas leves y está estable, pero su papá se llevó la peor parte y sufrió quemaduras en los brazos, en las piernas y en la cara, al punto que con los días se le bajó la presión, no resistió el tratamiento y le dio un paro respiratorio.
Los demás heridos también sufrieron heridas de consideración, que los mantienen bajo cuidados médicos.
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