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En una audiencia pública realizada durante la tarde de este jueves en Sincelejo, la Policía les habló a los familiares de José Carlos Arévalo, Carlos Ibáñez y Jesús David Díaz, los tres jóvenes asesinados en Chochó en medio de un procedimiento policial.
El brigadier general Nicolás Zapata, comandante encargado de la Región 8 de Policía, reconoció que debe limpiarse el buen nombre de estos jóvenes, porque hasta los informes policiales constatan que ellos no estaban armados cuando fueron detenidos, ni mucho menos pertenecían a grupos delincuenciales.
El oficial señaló, incluso, que los uniformados responsables de estas muertes deben pagar por su "nefasta decisión".
"Queremos que la verdad fluya y que paguen como debe ser quienes tomaron una mala decisión, porque ciertamente es una nefasta y dolorosa decisión", insistió.
Con los rostros de las víctimas estampados en sus camisas, las familias reconocieron que están dispuestas a perdonar a quienes estén dispuestos a pagar por lo sucedido.
"Al coronel Núñez, que Dios lo perdone donde quiera que esté. A los demás, que la justicia los condene, pero en nuestro corazón no hay rencor para ellos", expresó Rodolfo Contreras, tío de José Carlos.
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"Les pedimos de corazón que este hecho no se vuelva a repetir, porque el daño que nos causan a nosotros como familia es muy duro. Pedimos que esto no quede impune, que paguen todos los que participaron en esto", manifestó entre lágrimas Jessica Sierra, hermana de Jesús David.
A la audiencia pública le siguió un sentido homenaje a las víctimas en el parque principal de Chochó, donde con velas, muestras de arte y oraciones conmemoraron un mes de su partida.
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