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Hay luto, tristeza e indignación en la comunidad de Landázuri, Santander, después de que cuatro venezolanos perpetraran una brutal masacre que dejó un saldo de cuatro miembros de una misma familia muertos: el profesor Álvaro Díaz, su esposa Loiden Acuña y sus hijos de 13 y 20 años.
Natalia Calle, la única sobreviviente del vil crimen, después de escapar herida de la casa, fue la encargada de dar aviso a la comunidad, que posteriormente dio con los cinco presuntos responsables del hecho y tomó justicia por mano propia.
Una hipótesis de las razones que llevaron a los extranjeros a perpetrar la masacre, de acuerdo con el testimonio que la mujer entregó a las autoridades, se trata del cobro por un dinero que el profesor les había prestado a los cinco individuos.
Al recibir ellos la petición por parte del profesor del pago de esta deuda ellos quisieron tomar algún tipo de revancha para no cancelar esta suma de dinero, que se aproxima a la suma de los 20 millones de pesos
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Calle permanece hospitalizada después de sobrevivir al ataque y se encuentra bajo la protección de las autoridades. Por su parte, el alcalde del municipio, Marlon Ballén, relató en Mañanas Blu que los señalados llegaron borrachos a una tienda pegada a la casa (del profesor) y lo agredieron.
“El profesor no era de peleas, era una persona muy alegre. (…) Les había prestado plata, les daba mercado, les había fiado, en fin. Como eran empleados, él les suministraba mercado. Ellos ya tenían previsto robarlo e irse de la zona”, indicó el alcalde en Mañanas Blu.
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