La madrugada del domingo 11 de septiembre fue de horror y sangre en la vereda Buenos Aires, ubicada a cuatro horas del sector urbano del municipio de Landázuri, Santander.
Cinco venezolanos que trabajaban en la finca del Álvaro Diaz, tras un reclamó por el hurto de una motocicleta y el cobro de una deuda, comenzó una riña y mataron a cuchillo al profesor.
Luego procedieron hacer lo mismo con su esposa Loiden Acuya y sus hijos Johan Sebastián de 17 años y Keren Julit de 13 años .
Los migrantes para borrar las evidencias de la masacre que había cometido procedieron a quemar la casa con los cuerpos de la familia Díaz Acuña.
"Nathalia Calle quien ayudaba en labores domesticas para la familia Diaz Acuña, se salvó de morir tras el ataque de los extranjeros. La mujer Salió herida, corrió y dio aviso de lo ocurrido a las personas que viven cerca a la finca del docente asesinado", afirmó Jhon Ruiz, secretario del Interior de Santander.
La comunidad del sector de Miralindo encontró a cuatro de los cinco asesinos de la familia Díaz Acuña cuando pretendía huir. Tres hombre y una mujer fueron linchados y murieron en una vía, reportaron las autoridades.
Los cuerpos presentan heridas de escopeta y machete.
"Estamos buscando a una quinta persona que participó en la masacre de la familia del profesor, no sabemos si esta viva o muerta", señaló el gobernador Mauricio Aguilar.
A la sede del Instituto de Medicina Legal de Bucaramanga serán llevados los ocho cadáveres de la matanza que se registró en Landázuri.
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