La Policía capturó a cuatro presuntos responsables del asesinato de dos personas en un taxi, el pasado 24 de agosto, en Bucaramanga.
Alias 'Mojarra', 'Roman', 'El Puma' y 'Carlitos', habrían planeado y ejecutado el asesinato de Henry Agudelo, alias 'Karateca', quien había salido con 72 horas de permiso de la cárcel Modelo de Bucaramanga, en donde pagaba una condena de 34 años por homicidio.
Isidro Serrano, conductor del taxi donde se transportaba Henry Agudelo, murió en ese ataque sicarial.
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La investigación de la Policía evidenció que los capturados hacen parte de la organización de Óscar Camargo Río, conocido con el alias de 'Pichi' y considerado como el ‘patrón de patrones’ entre las bandas dedicadas al tráfico de alucinógenos en el área metropolitana.
Alias 'Pichi' es prófugo de la justicia desde el 15 de diciembre de 2015, cuando se escapó de un centro médico en Floridablanca, saltando desde un segundo piso.
¿Quién es alias Pichi?
De acuerdo con las autoridades, Óscar Camargo Río es el sucesor de un emporio familiar dedicado al microtráfico, el cual heredó a partir del año 2008. A esta organización perteneció Henry Agudelo, alias 'Karateca', víctima en el atentado del pasado 24 de agosto, donde también falleció el taxista.
Alias karateca pagaba una condena por el homicidio de Jorge Eliecer Cárdenas, alias 'Bocadillo', que era una persona cercana y de confianza de alias 'Pichi'.
Estos hechos ocurrieron el 1 de enero del 2006, durante la fiesta de fin de año que se celebraba en el barrio San Rafael en el norte de Bucaramanga.
Según la Policía, por ese homicidio, alias 'Pichi' habría ordenado el asesinato de Agudelo.
La organización sicarial de 'Pichi' sería la responsable del ataque, con armas de fuego, a dos personas que se movilizaban en un automóvil el pasado 12 de agosto por una vía del norte de Bucaramanga, uno de los sectores más deprimidos de la ciudad.
El hombre y la mujer que resultaron heridos aun reciben atención en una clínica de Bucaramanga, además están bajo protección policial.
Estos cuatro acusados de sicariato tenían una lista para atentar contra la vida de otras 12 personas en Bucaramanga.
La Policía asegura que también habían amenazado a los familiares de sus víctimas para que no denunciaran o declararan en su contra.
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