Leer a Luis Miguel Rivas es muy similar a comerse una trufita de chocolate, uno sabe que le espera algo en lo que el placer será el protagonista, pero no sabe en qué mordisco sucederá. La literatura de Rivas, atravesada por el lenguaje del barrio, de Medellín, tiene la consideración de un narrador que pese a que no lo ve todo, siempre está abierto para el lector. No es un espejo, sin embargo. Una ciudad que parece estancada en el tiempo y que escupe los últimos resquicios donde habita la ternura, la amistad y la belleza. En esta conversación con Luis Miguel, él en Buenos Aires y yo en Bogotá, hablamos sobre la poesía y el amor; acerca de esa fuerza demoledora que es la de escribir y sobre todo, sobre los amigos.
Graves hechos de orden público sacuden a Antioquia y Medellín: el helicóptero donde viajaba el Gobernador Andrés Julián Rendón fue hostigado por drones del frente 36 de las disidencias de las FARC, mientras que un atentado contra una torre de energía de EPM generó alarma en la región.
El Ejército anunció el despliegue de tropas para fortalecer la seguridad en Cali y su área metropolitana. Las patrullas se concentrarán en Jamundí y Candelaria, donde se busca prevenir ataques y garantizar la tranquilidad de los habitantes en medio de recientes alertas de violencia.