Este es el primer capítulo de nuestra cuarta temporada. Hemos leído en este espacio poemas, ensayos, cuentos y novelas. Esta vez decidimos invitar a personajes inolvidables de la literatura: vampiros, niños videntes, mujeres dementes, asesinos.<br/><br/>Para nuestra lectura hemos elegido el inicio de la primera parte de “Sobre Héroes y Tumbas”, publicado en 1961 cuando el escritor tenía 50 años, alejado completamente de las temáticas de la literatura Una novela salvada del fuego donde cayeron cientos de escritos de Sábato para convertirse en la piedra angular de su obra. Considerada como la mejor novela argentina del Siglo XX, es un acercamiento a esos abismos, pesadillas, horrores y la soledad de encontrarnos por siempre, en todo momento acompañados de nosotros mismos a través de los ojos de Martin Castillo, un personaje sensible, ingenuo y atormentado, atravesado por el acontecimiento único y trascendental de la ausencia y la muerte después de la obsesión de un primer amor oscuro, trágico y cruel que se entreteje, fricciona y juega con las fronteras de la historia, lo terrible, la locura y el mal en conjunción con la búsqueda ineludible de sí mismo.<br/>
Tras días de búsqueda, la desaparición de Alexis Delgado da un giro escalofriante: las pistas apuntan a un crimen brutal cometido por quien debía protegerlo. Entre revelaciones estremecedoras y la indignación de una madre, la verdad expone no solo al culpable, sino también a un sistema que le falló a un niño indefenso.
En lo alto de las montañas de Cundinamarca, un niño de dos años desaparece sin dejar rastro. La búsqueda moviliza a toda la comunidad, pero las versiones contradictorias, las tensiones familiares y los silencios incómodos hacen que el caso se torne cada vez más inquietante. ¿Se perdió jugando… o alguien se lo llevó?
El procurador Gregorio Eljach aclaró que el proceso disciplinario contra Alfredo Saade, por el caso de los pasaportes, continuará en curso aunque haya dejado la jefatura de despacho de la Presidencia y asumido como embajador en Brasil. La suspensión provisional solo aplicaba a su anterior cargo, pero una eventual sanción sí afectaría su permanencia en funciones diplomáticas.