Las maquinas incautadas por las autoridades no contaban con los permisos correspondientes y fueron decomisadas en un operativo realizado conjuntamente entre Policía Fiscal y Aduanera, Personería de Cali y Policía de Infancia y Adolescencia.
"Estas máquinas ilegales no pagan ningún impuesto. El dinero que se deja de recibir por estas, afecta lo que tiene que ver con el presupuesto de la salud, que es para las personas con mayor necesidad", explicó Samir Jalil, subsecretario de Seguridad y Justicia de Cali.
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Según el funcionario, las máquinas incautadas eran hechizas, sin embargo, funcionaban con las mismas características de las nacionales.
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De acuerdo con las autoridades, estas personas podrían incurrir a multas hasta por $52 millones, así como afrontar procesos legales.
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