El error más común al lavar el cabello y que pocos notan, según estudio

El cabello es mucho más que un tema estético: refleja identidad, influye en la autoestima y necesita cuidados personalizados. Sin embargo, muchas personas siguen cometiendo un error clave en su rutina capilar sin siquiera notarlo: no adaptan el lavado a su tipo de cabello.Durante años ha predominado una visión generalizada del cuidado capilar, ignorando que cada tipo de cabello: liso, ondulado, rizado o crespo tiene necesidades específicas. De acuerdo con datos de Laboratorios Genesse, 8 de cada 10 personas aseguran sentirse mejor consigo mismas cuando están conformes con su cabello, lo que refuerza la importancia de conocerlo y tratarlo correctamente.¿Cuál es la forma correcta de lavar su cabello según su tipo?El Estudio del Pelo de Dyson clasifica el cabello en cuatro grandes tipos, del 1 al 4, con subtipos A, B y C según el patrón de rizo.Tipo 1 (liso) y tipo 2 (ondulado) tienden a engrasarse con mayor rapidez, por lo que requieren lavados más frecuentes.Tipos 3 (rizado) y 4 (crespo o afro), en cambio, retienen menos sebo natural, por lo que lavarlos con demasiada frecuencia puede resecar la fibra capilar y provocar daños.Una de las recomendaciones clave es ajustar la frecuencia de lavado según el tipo de cabello. Mientras que los tipos 1 y 2 necesitan limpiezas más regulares debido a la fácil distribución del sebo, los tipos 3 y 4 deben espaciar los lavados para conservar los aceites naturales que lo protegen.¿Cómo peinar correctamente el cabello según su tipo? El cabello liso suele buscar volumen.El ondulado necesita definición sin apelmazar.El rizado o crespo requiere hidratación constante y técnicas suaves que no comprometan su estructura.Aunque muchas personas creen que dejar secar el cabello al aire libre es lo más saludable, Dyson advierte que el cabello mojado es más vulnerable, y que la humedad prolongada en el cuero cabelludo puede favorecer la aparición de hongos. Por eso, se recomienda el uso de herramientas con control de temperatura, que protegen la fibra capilar y ayudan a mantener su salud.¿Cómo cuidar el cabello del sol, playa y piscina?La exposición al sol, el agua de mar y el cloro de piscina deshidrata progresivamente el cabello, especialmente si ha sido tratado químicamente. Estos factores dañan su estructura, alteran su hidratación natural y aceleran la oxidación, afectando el color, brillo y elasticidad.Víctor Erazo, especialista en salud capilar y actual Chief Operating Officer de Naprolab, advierte que el cabello sufre una fuerte exposición a factores ambientales durante las vacaciones, lo que puede deteriorarlo notablemente si no se toman precauciones. “La radiación UV, junto con la sal del mar y el cloro de las piscinas, altera el equilibrio natural de hidratación del cabello y debilita su cutícula, que actúa como su principal escudo protector”, señala.Estas condiciones, explica, no solo provocan resequedad, sino que también aceleran la oxidación del cabello, afectando su color, elasticidad y brillo natural. Por ello, destaca la importancia de usar productos capilares con filtros solares, ingredientes altamente hidratantes como aloe vera, pantenol y aceites vegetales, y fórmulas libres de sal y parabenos, que ayuden a formar una barrera protectora contra el daño acumulativo.En respuesta a estas necesidades, en Colombia ya existen tratamientos capilares diseñados especialmente para el clima cálido y la temporada vacacional. Estos productos incorporan ingredientes naturales como el aloe vera, que aporta hidratación; la provitamina B5, que retiene la humedad; y aceites que nutren profundamente la fibra capilar, manteniéndola fuerte, brillante y saludable.