En este nuevo plan la petrolera implementará iniciativas de optimización y de excelencia operacional en todos los segmentos; medidas que permitirán generar una caja excedentaria por cerca de US$4.800 millones.
Estos recursos serán utilizados para financiar el crecimiento de la compañía y para retribuir a los accionistas, con el pago dividendos.
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Por su parte la empresa prevé inversiones por cerca de US$13.000 millones, en un escenario de US$50 por barril de petróleo, y de US$17.000 millones si el precio del barril de crudo se ubica en US$70.
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Así las cosas, a 2020, con un precio promedio de US$50 por barril, la producción estimada alcanzaría los 760.000 barriles de petróleo diarios, con un crecimiento de 6% frente a 2016 y en un escenario de un barril a US$70 la producción subiría a 830.000 barriles de petróleo al día, es decir un 16% superior a la actual.
En exploración, se aspira incorporar al menos 1.000 millones de barriles de petróleo en sus reservas hasta 2020.
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Este plan también hace especial énfasis en la reducción de costos e incluye nuevas oportunidades de eficiencia, que podrían generar hasta US$700 millones en ahorros adicionales.
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Además, la petrolera contempla una desinversión de activos que oscila entre los US$700 millones y US$1.000 millones.