La hermana Yolanda Cerón, directora de la Pastoral Social en Tumaco, fue asesinada el 19 de septiembre de 2001 en medio de la mirada atónita y la impotencia de decenas de personas que salían de la iglesia La Merced en el puerto nariñense.
Su trabajo por las comunidades indígenas y afro, así como las denuncias que hizo ante la comunidad internacional sobre los actos atroces de los paramilitares, marcaron su sentencia de muerte. De acuerdo con la justicia, 20 años después, el homicidio lo determinó Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’.
"Los móviles estarían asociados a las denuncias nacionales e internacionales que hizo la mujer sobre el accionar de los paramilitares y el apoyo que recibía de algunas autoridades del país", declaró Deicy Rivera, directora especializada de la unidad contra las violaciones de derechos humanos de la Fiscalía.
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Por el asesinato de la hermana Cerón, así como el el de una docente de Santander y un exintegrante de la Unión Patriótica, la Fiscalía impuso una nueva de aseguramiento contra 'Macaco', quien actualmente se encuentra en la cárcel La Picota, luego de ser deportado en 2019. Hasta el momento, el exjefe paramiliar ha reconocido más de 162 crímenes en contra de cerca de 250 víctimas.
"Los elementos dan cuenta de 33 víctimas, entre ellas, 13 asesinadas por oponerse al accionar ilícito de las estructuras de 'Macaco', no acceder al pago de extorsiones o ser señaladas de auxiliar a otros grupos armados", sostuvo Rivera.
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Asimismo, las investigaciones permitieron identificar otros casos en los que, supuestamente, fueron intimidados contratistas de diferentes entidades, tenderos, comerciantes y trabajadores de Ecopetrol, para que entregaran el 10% de los contratos que obtenían a los paramilitares.
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