En un escándalo de posible corrupción judicial se ha convertido la batalla legal entre los miembros de la familia Acosta por el control de la Universidad Metropolitana, disputa que ya completa unos cinco años.
El último salpicado es el cónsul honorario de Polonia en Barranquilla, Luis Fernando Acosta Osío, quien aparece relacionado en una serie de conversaciones de whatsapp y en el testimonio de un testigo de la Fiscalía sobre la entrega de 58 millones de pesos al magistrado del Tribunal de Barranquilla Jorge Eliécer Mola Capera, en la sede del consulado.
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El ente acusador investiga al magistrado Mola Capera por una serie de fallos que favorecieron a una vertiente de la familia Acosta que se disputa el manejo de la universidad y el hospital Metropolitano.
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"A altas horas de la noche, el doctor Jorge Eliécer Mola Capera asistió a una reunión en la inmobiliaria que es propiedad de Luis Fernando Acosta Osío, en donde al parecer, según la información de un entrevistado, le entregaron 58 millones de pesos para presuntamente destinar ese dinero a realizar las acciones del caso con miras a preparar su defensa", precisó el fiscal del caso durante una de las audiencias.
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La Fiscalía hizo énfasis, además, en que en el centro de servicios judiciales de Barranquilla fueron manipulados los repartos para que los procesos y tutelas cayeran en manos del magistrado Mola Capera, por lo que este viernes será llevado a audiencia el togado.
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Según el ente acusador, el magistrado Mola no ha podido justificar un incremento patrimonial de 1.350 millones de pesos en los últimos años.
La batalla legal por la Universidad Metropolitana, herencia del fallecido senador Gabriel Acosta Bendek, tiene como protagonistas a la hija de su primer matrimonio, Ivonne Acosta Acero, y por el otro bando a su medio hermano Alberto Acosta Pérez y sus primos Juan José y Luis Fernando Acosta Osío.
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