En el acto, que fue realizado como cumplimiento a un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Estado pidió perdón a la familia de Rubén Darío Arroyave Gallego y reconoció su culpa en el secuestro y posterior asesinato de este hombre, quien sufría discapacidad mental y fue víctima de un grupo armado el 20 de septiembre de 1995 mientras estaban recluido en la cárcel de El Bagre.
De acuerdo con el informe, el Inpec y demás autoridades no hicieron nada para evitar este secuestro y tres días más tarde, el cadáver de Rubén Darío fue hallado en el vecino municipio de Zaragoza.
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La consejera presidencial para los Derechos Humanos, Paula Gaviria, pidió perdón por el asesinato. Por su parte, una de las sobrinas de la víctima agradeció que el Estado reconociera su culpa en este hecho que les quitó a uno de sus seres más queridos.
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Durante el acto, la Consejería también extendió el perdón a todas las víctimas del conflicto armado.