La aparición de
La blanca pestilencia fue creciendo hasta invadir una veintena de casas e, incluso, ha llegado a afectar algunas vías.
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El director del laboratorio ambiental de la CAR, Edwin García, explicó que este fenómeno obedece, principalmente, a la gran cantidad de detergentes y otras sustancias químicas que vierten sobre el río Balsillas.
“Es una acumulación de vertimientos de empresas, de aguas que no son tratadas y que llegan a la corriente hídrica principal”, explicó.
El experto agregó que las fuertes lluvias han contribuido a la formación de estas espumas y agregó que la CAR está realizando control y seguimiento para determinar los generadores de los vertimientos.
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