Hugh Possingham, el hombre detrás de la protección de ecosistemas estratégicos
El australiano está en Colombia para el 27º Congreso Internacional de Biología, que se llevará a cabo entre el 23 y el 27 de julio en Cartagena.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Hugh Possingham está en Colombia para el 27º Congreso Internacional de Biología y el diario El Espectador lo entrevistó para hablar sobre su visita a nuestro país y los desafíos actuales en el mundo en materia de conservación.
Possingham es el director ejecutivo de ciencia de The Nature Conservancy y está encargado de la coordinación de un grupo de más de 600 científicos en 72 países cuyo reto es buscar soluciones para satisfacer las demandas de la población y proteger ecosistemas estratégicos. (Lea también: “La conservación es un asunto económico”: Hugh Possingham).
Esta es la entrevista del diario El Espectador con el directivo:
¿Cuáles son los principales dilemas de la ciencia y la conservación?
Publicidad
La ciencia de la conservación en el pasado consistía en encontrar hábitats donde vivieran especies, para protegerlos. Ahora la conservación está relacionada con la gente, la economía, la salud humana. Así que necesitamos soluciones integrales. Ese es el mayor dilema.
Publicidad
¿Es posible armonizar el cuidado de la naturaleza mientras se abastece a una población que no para de crecer?
The Nature Conservancy (TNC) no trabaja para detener el crecimiento de la población. Intentamos encontrar soluciones para incrementar la producción de alimentos y la calidad del agua, producir energía hidroeléctrica, solar o eólica, pero al mismo tiempo ayudar a la naturaleza. Tenemos que ser mucho más inteligentes sobre cómo actuamos.
¿Cuál es el papel de las matemáticas en todo esto?
Un ejemplo fue su aplicación para predecir qué especies proteger en Nueva Zelanda, donde unas 700 estaban amenazadas. Con las matemáticas fue posible combinar el riesgo en que estaba la especie, el precio de salvarla y la probabilidad de lograrlo. Gracias a esas tres variables fue posible salvar el mayor número de especies con la misma cantidad de dinero.
Publicidad
La deforestación en Colombia sigue creciendo. ¿Qué nos puede enseñar la ciencia para detenerla?
Publicidad
Es un problema global. En Queensland (Australia) tenemos el mismo problema. Lo que se ha hecho allá es enseñarle a la gente que la deforestación tiene impacto en el cambio climático. La deforestación representa el 10 % de nuestras emisiones de gases, así que detener la deforestación equivale a sacar de circulación la mitad de los carros. Entonces les puedes preguntar a los colombianos qué prefieren: ¿detener la deforestación o sacar de circulación tal cantidad de carros? Hay que decirle a la gente que deforestar el Amazonas es una ecuación en la que todo el mundo pierde.
¿Cómo convencer a ciertos gremios de que la tala del bosque para ganado o monocultivos no es una buena?
Lo primero es que deben darse cuenta de que el dinero que se genera talando el Amazonas es en realidad muy poco. Me atrevería a decir que sólo genera pérdidas, pues una vez montas este tipo de negocios vas a necesitar infraestructura, carreteras, energía eléctrica y agua limpia. Entonces todas estas necesidades de infraestructura, que el Gobierno tendrá que proveer, probablemente van a costar mucho más que el dinero que están ganando.
Publicidad
¿Qué tan importante es que la ciencia de la conservación trabaje de la mano con el sector privado?
Mucho. Hay un gran ejemplo en Brasil, donde la industria de la soya estaba arrasando con el Amazonas. Allá tenemos un proyecto de Soya Cero Deforestación con los grandes comerciantes del negocio, quienes decidieron comprar soya de áreas en donde no hay problemas de deforestación. En Colombia estamos tratando de implementar un modelo similar.
Publicidad
Encuentre la entrevista completa del diario El Espectador con Hugh Possingham aquí.