La Iglesia católica se enfrenta nuevamente a una situación sin precedentes ante el reciente anuncio de la complicación de salud del papa emérito Benedicto XVI, de 95 años, y que en 2013 dejó el papado convocando a una elección inédita de sumo pontífice.
Ante el eventual fallecimiento de Benedicto XVI, el Vaticano tendrá que seguir estrictas normas para su funeral. En diálogo con Blu Radio, Hernán Olano, vaticanista y rector Institución Universitaria Colegios de Colombia explicó cuáles son estas normas.
"No hay un ritual específico que haya dado a conocer la santa sede, sin embargo, se seguirían las normas que fueron establecidas desde hace mucho tiempo y ratificadas por Juan Pablo II, es decir el arzobispo Stanisław Jan Dziwisz tendría que tomarlo y preguntarle: ¿Benedicto estas vivo? tres veces y golpear con un martillo de oro la frente del papa en esas tres ocasiones", dijo.
Si este no responde, debe cubrirse con un velo la cara del pontífice e iniciarían todos los rituales del embalsamiento para proceder a sus exequias en la Basílica de San Pedro, como es habitual, se utilizarían tres ataúdes para preservar su cuerpo (un ataúd de roble, encino y uno de aluminio).
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Este proceso se realiza dependiendo del papa, ya que puede ser considerado más adelante para una eventual canonización, un acto en que la Iglesia declara santa a una persona que muere. En dado caso que Benedicto XVI muera, las exequias se demorarían un poco mientras los cardenales viajan a Roma.
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