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Un reporte de la Administración de Control de Drogas (DEA), del Departamento de Justicia de Los Estados Unidos, titulado Evaluación Nacional sobre la Amenaza de las Drogas 2020, asegura que la disponibilidad de esta droga no solo ha permanecido estable, sino que ha seguido aumentado la cifra de muertes en el país producto de su consumo.
La pandemia del COVID-19 ha impactado ciertos nódulos de la cadena de tráfico, pero no ha reducido de manera significativa la oferta hacia Estados Unidos en Colombia, la fuente principal de la cocaína que llega al país, los traficantes no se han visto afectados en su habilidad de producir y traficar cocaína
Además, agrega que las restricciones por el COVID-19 en América del Sur, Central y del Norte no ha disminuido el flujo de la coca. Aunque las restricciones condujeron a una reducción de las oportunidades para traficar vía aérea y terrestre, pero no han impactado las vías marítimas.
“Se adaptaron y siguen importando grandes cantidades de la droga, además que los traficantes domésticos, ante la incertidumbre por una posible escasez en tiempos de COVID-19, maximizaron sus ganancias elevando el precio de la sustancia durante los primeros meses de la pandemia. Sin embargo, esa tendencia se ha estabilizado con el correr de los días gracias a que la oferta sigue siendo amplia”, agregan.
Según el informe de la DEA, los cultivos y la producción de coca en Colombia y otros países de Sudamérica alcanzó niveles récord durante el año 2019, lo cual representa una oferta constante hacia Estados Unidos, su principal mercado.
Afirma que entre el año 2018 y 2019 se presentaron leves aumentos tanto en el número de hectáreas sembradas como en la producción de cocaína pura. De 208.000 hectáreas en 2018 a 212.000 en 2019. Y de 877 toneladas métricas a 936.
Aunque se desconocen los datos correspondientes al año 2020, que probablemente serán revelados a mediados de este año, la DEA coincide con la publicación de otro informe del Departamento de Estado que se conoció esta semana en el que se aplauden los esfuerzos del gobierno colombiano en la lucha contra las drogas durante el 2020 y se certifica su desempeño. En ese reporte, el Departamento de Estado sostiene que el país logró erradicar más de 130.000 hectáreas el año pasado.
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