Algunos centros de votación en Indiana y Kentucky acaban de cerrar sus puertas, a las 18.00 hora local (23.00 GMT), siendo los primeros en hacerlo en las elecciones presidenciales de este martes en Estados Unidos que enfrentan a la demócrata Kamala Harris y al republicano Donald Trump.
El resto de centros de votación en los 50 estados y el Distrito de Columbia cerrarán escalonadamente a lo largo de las próximas siete horas, siendo Alaska el último, a las 21.00 hora local (06.00 GMT del miércoles).
Los estadounidenses eligen este martes si convierten a Kamala Harris en la primera mujer presidenta o dan las llaves de la Casa Blanca por segunda vez a Donald Trump, en medio de una gran incertidumbre que tiene al mundo en vilo.
La reñida carrera entre la vicepresidenta demócrata, de 60 años, y el expresidente republicano, de 78, está a punto de finalizar pero se ignora si se tardará horas o días en conocer quién ganó.
Más de 82 millones de personas ya votaron anticipadamente y se suceden las filas en los centros electorales en este día histórico.
Ha habido varias alertas de bomba en los centros de votación, que la policía federal estadounidense (FBI) atribuye a Rusia, y un hombre que olía a combustible y llevaba un lanzabengalas fue detenido en el Congreso, que atacaron simpatizantes de Trump tras su derrota hace cuatro años.
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No hay favorito. Están empatados en las encuestas en los siete estados que decidirán el vencedor: Pensilvania, Míchigan, Wisconsin, Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada. El resto suelen dividirse entre los tradicionalmente demócratas o republicanos.
Tras votar en Florida, Trump dijo sentirse "muy confiado" en la victoria.
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"Si pierdo unas elecciones, si son unas elecciones justas, sería el primero en reconocerlo. Hasta ahora creo que han sido justas", añadió.
Pero más tarde se hizo eco de "rumores" de "fraudes masivos" en Filadelfia, Pensilvania. Últimamente ya había acusado a los demócratas de "hacer trampas"
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