Según el diario Alemán, que se remite a fuentes internas del departamento federal de la Policía de lo Criminal (BKA), el Estado Islámico ha logrado hacerse con ese volumen de pasaportes sin nombre, de los que las fuerzas de seguridad desconocen el número de serie.
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El BKA sigue su pista ya que existe la posibilidad de que la organización trate de infiltrar a sus yihadistas en países como Alemania.
El citado diario apunta, además, que en 2016 el departamento federal para Migración y Refugiados (BAMF) llegó a interceptar 8.625 pasaportes falsos entre los peticionarios de asilo registrados en el país.
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En ese grupo no se incluyen documentos sospechosos de haber sido falsificados por el EI, ya que no corresponden al número de serie detectado, aclara ese medio, que destaca, sin embargo, el alto volumen de pasaportes falsificados.
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Alemania ha recibido desde 2015 más de 1,3 millones de solicitantes de asilo, de los cuales unos 750.000 vieron aprobada su petición.
Del más de medio millón restante solo una mínima parte han sido expulsados, mientras que el resto están aún pendientes de evaluación, en situación de "tolerados", por no ser viable su repatriación, o a la espera de ser enviados a sus lugares de origen.
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