La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) autorizó este miércoles dos proyectos que apuntan a fortalecer la infraestructura, la movilidad y el saneamiento hídrico.
Por un lado, se trata de la construcción de viaductos en la vía Barranquilla – Ciénaga, en el Caribe, y el segundo es la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Río de Oro, en Santander.
El primer proyecto mencionado fue presentado por el Consorcio Viaducto Ciénaga del Magdalena y contempla la construcción de dos viaductos elevados y paralelos en un tramo de 10,6 kilómetros sobre el corredor Barranquilla – Ciénaga, que atraviesa el Vía Parque Isla de Salamanca (VIPIS).
Esta obra busca mejorar la movilidad en una de las rutas más importantes para la conectividad de la Costa Caribe, al tiempo que protege los ecosistemas de la Ciénaga Grande de Santa Marta, declarada sitio Ramsar, es decir humedal de importancia internacional, y Reserva de la Biosfera.
La licencia ambiental impone exigencias específicas de conservación, entre ellas la siembra de especies nativas y la recuperación de más de 231,8 hectáreas de manglar, con el fin de compensar los impactos y garantizar la restauración ecológica.
Además, el proyecto incluye medidas de monitoreo y control para preservar la fauna y flora local.
El segundo proyecto autorizado corresponde a la PTAR Río de Oro, de la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander (EMPAS S.A. E.S.P.). La planta, que se construirá en la vereda Chocoa del municipio de Girón, ocupará 30,3 hectáreas y tendrá la capacidad de tratar las aguas residuales de la zona metropolitana de Bucaramanga.
El diseño incorpora procesos avanzados de tratamiento de agua, lodos y biogás. Esto permitirá aprovechar más de 16.000 metros cúbicos diarios de biogás, transformándolo en energía suficiente para el funcionamiento de la misma planta.
La licencia ambiental también establece medidas de manejo de riesgo por inundación y estrategias de protección de los ríos de Oro y Suratá, receptores del recurso tratado.
Ambas autorizaciones se concedieron tras evaluaciones técnicas, jurídicas y ambientales, en las que participaron profesionales de diversas disciplinas: ingenieros, biólogos, ecólogos, especialistas en hidráulica y ciencias sociales, según explicó la entidad.
La Anla destacó que continuará acompañando y supervisando la ejecución de los proyectos para verificar el cumplimiento de las obligaciones ambientales y asegurar que se mantenga el equilibrio entre el desarrollo de infraestructura y la conservación de los ecosistemas estratégicos.