Se trata del guardia Anuar Rojas Isaramá, de la comunidad indígena Embera Jagua, quien fue asesinado el domingo pasado por un grupo de desconocidos, que le propinaron un disparo en el pecho.
La población indígena estuvo confinada desde ese día hasta anoche, sin poder tener comunicación con las autoridades, que se trasladan a la zona del asesinato.
Hasta el momento, no se conocen amenazas contra el guardia indígena, que era un joven de 29 años.
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La Defensoría del Pueblo lamentó el asesinato y confirmó que hay 80 personas, pertenecientes a la comunidad Embera, que están en proceso de desplazamiento forzado.
Por esta razón, solicitaron a las autoridades activar las rutas institucionales de atención.
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El alcalde de Nuquí, Jeffer Gamboa, dijo que 80 personas de la comunidad indígena del resguardo Agua Blanca ya se desplazaron del resguardo al caserío del corregimiento de Tribugá, que queda a 3 horas y aseguró que pretenden llegar al casco urbano de Nuquí.
“Ya se desplazaron 80 indígenas y están esperando que llegue la comunidad completa para venir aquí al pueblo. Una comisión de la Defensoría, el inspector municipal y el personero salieron para el resguardo a atender la situación. Buscamos apoyo de la Unidad de Víctimas en Chocó”, aseguró el alcalde.
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