Un monumento a la vergüenza, así califican los habitantes de San Andrés en Santander, al puente Hisgaura, el que sería el viaducto atirantado más alto de sur América, pero que por cuenta de retrasos, fallas y presuntas irregularidades se está convirtiendo en el elefante blanco más alto del país.
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El puente Hisgaura cuya construcción tuvo un costo de más de 100.000 millones de pesos, pasó de ser el orgullo de los sanandresanos, a convertirse en su mayor frustración y vergüenza.
"Estamos verracos porque lo que parecía una ilusión y lo que parecía algo también concreto para que se proyectara nuestro municipio parece que no se convirtió no en un elefante blanco sino en un mamut", dice Erasmo Castellanos, habitante de San Andrés Santander.
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La estructura inicialmente presentó ondulaciones es sus costados que fueron tapadas con láminas de metal, luego le aparecieron grietas que se extendían por debajo del tablero por donde transitarán los vehículos, aparentes fallas de cálculo que aún generan desconfianza.
"Qué hay guardado verdaderamente, ¿el puente no sirve?, Hay que comunicarle a la comunidad verdaderamente porque estamos desesperados ya", enfatiza Pedro Bohórquez, habitante de San Andrés Santander.
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Desde hace 9 meses finalizaron las obras en el lugar, sin embargo, aún no se permite el tránsito por el puente edificado en la vía que conecta a Bucaramanga con el municipio de Málaga, Capitanejo, Cerrito y otros más.
"Existen muchas trabas entre Invías y el Fondo Adaptación por la disputa si el puente se debe recibir o no recibir, por la poca vida útil y el sobre costo de casi 100.000 millones de pesos que dicen las personas", asegura Danil Velandia, veedor ciudadano y quien con lupa en mano ha denunciado las irregularidades del puente.
La Alcaldía pidió al Gobierno destrabar la entrega de la obra para que los ciudadanos lo puedan utilizar.
"Nosotros creímos y confiamos en las palabras de nuestro presidente el doctor Iván Duque cuando decía que él no iba a llegar a destruir las obras que en últimas se habían hecho en beneficio de las comunidades", añade Julián Pedraza, alcalde de San Andrés.
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La construcción de la obra inició en el año 2014, pero durante su ejecución el Contratista paralizó los trabajos por cinco meses, en diciembre de 2016 se lograron reanudar y fue hasta agosto de 2018 que se terminó en su totalidad.
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