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En algunos colegios de Bogotá ya se aplican estrictos protocolos de bioseguridad durante la modalidad de alternancia para evitar contagios de COVID-19.
Una de estas instituciones es el colegio Enrique Olaya Herrera, ubicado en el barrio Olaya, en el que se han tomado normas de distanciamiento, higiene, protocolos de bioseguridad y de clases sin riesgo a contagios.
De acuerdo con Sandra Liliana Garrido, rectora de la institución, en ese colegio hay un total de 5.300 estudiantes en dos jornadas de los cuales 300 ya se han acogido a esta modalidad.
“Fuimos de los primeros colegios que inició con esta modalidad en Bogotá. Hacer los protocolos nos tomó más de un mes en los que tuvimos que esperar la aprobación de la Secretaría de Salud”, dijo Garrido.
Los jóvenes y niños que han llegado han sido porque de manera voluntaria sus papás han estado de acuerdo. Se han cumplido normas de distanciamiento en grupos separados
Una situación similar se vive en el jardín infantil Zoe donde se han ingeniado estrategias para evitar que los niños sufran contagios.
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De acuerdo con Ana María Buitrago, rectora de la institución, los niños y padres deben cumplir con una serie de normas que van desde la llegada.
Los niños nos ven como sus espejos, si nos ven cuidándonos adecuadamente ellos lo harán de la misma manera
“En este momento tenemos cuatro niños por salón en diferentes jornadas. Los padres saben que si van a dejarlos deben hacerlos en horarios distintos, ejemplo, uno a las 7:00 de la mañana y otro a las 7:05 para evitar aglomeraciones”, añadió.
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Escuche los demás protocolos que han usado en la siguiente entrevista:
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