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Las familias de los once desaparecidos de la toma y retoma del Palacio de Justicia del 6 de noviembre de 1985, que dejó casi 100 muertos, recibieron este espacio en un acto de conmemoración con música, fotos de sus seres queridos y objetos que alguna vez pertenecieron a ellos.
El espacio, dijo Gabriel Santiago Mera, miembro de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, se creó precisamente para rendirles homenaje a estos familiares que mantienen viva la memoria de sus seres queridos desaparecidos, casos en los muchos no han recibido respuestas.
“Es un espacio en el que se espera haya alegría y transformación de la memoria. Será un espacio que se transformará en un lugar para charlar, de música, arte, como expresión máxima de la vida”, dijo Mera.
Tanto las familias de los once desaparecidos hace 36 años, como los miembros de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, esperan que en este espacio haya un proceso de dignificación y respeto a la vida.
“Soy sobrina de Irma Franco Pineda, tengo el mismo nombre de mi tía desaparecida en honor a ella, quien salió viva del Palacio de Justicia, estuvo en la Casa del Florero y la desaparecieron después de eso. Seguimos buscándola junto con toda mi familia y esperamos algún día saber la verdad de lo qué pasó con ella”, dijo a BLU Radio, Irma Franco, sobrina de una de las desaparecidas.
Este es el testimonio de Pilar Navarrete, quien tenía 20 años cuando desapareció su esposo, Héctor Jaime Beltrán, en la toma del Palacio de Justicia de 1985:
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