En una reciente publicación, el semanario francés Le Point reportó las sospechas que existen sobre una mezquita en Bogotá y sugiere que podría estar sirviendo como fachada para la expansión de la influencia iraní en América Latina.
Posiblemente, incluso, se estaría posicionando como un centro de reclutamiento para Hezbollah en Colombia, dice el medio.
"En la capital colombiana, un lugar de culto chiíta es acusado de servir de pantalla a la influencia de Irán", destaca el artículo titulado “En Bogotá, esta extraña mezquita de la que las autoridades desconfían”.
La mezquita, conocida como Casa Islámica Ahlul Beyt, no solo ofrece un espacio de oración y una biblioteca, sino también cursos de árabe e introducción al islam. Sin embargo, Le Point reporta que "detrás de esta fachada, el centro también sería un vector de la influencia de Irán en América Latina".
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El diario dice que la dirección de la mezquita coincide con la de una ONG nombrada Mártir Qassem Soleimani, en honor al general iraní asesinado por Estados Unidos. Esta coincidencia, insiste Le Point, junto con la inclusión de Hezbollah en la lista de "organizaciones terroristas" por parte de Bogotá, ha alertado a las autoridades colombianas, llevando a una investigación sobre las redes de financiación y movilización de Hezbollah en el país.
Además, el medio menciona que la Casa Islámica Ahlul Beyt forma parte de una red global de mezquitas y asociaciones apoyadas por Teherán.
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“El director de la Casa Islámica Ahlul Beyt se hace llamar 'Hermano Ibrahim', pero su verdadero nombre es Marlon de Jesús Cantillo. En su sitio web se presenta como teólogo y activista por la paz. Fue candidato a senador durante las últimas elecciones colombianas, en la lista de izquierda, la del presidente Gustavo Petro, pero sin lograr ser elegido. Originario de Barranquilla, en la costa atlántica, se convirtió al islam y abrió su mezquita tras finalizar sus estudios de teología en Qom, Irán", dice el medio.
El artículo, escrito por Guillaume Perrier, enviado especial a Colombia, trae unas declaraciones de Emanuele Ottolenghi, experto en las redes de Hezbolá de la Fundación para la Defensa de la Democracia, en las que dice la Universidad Internacional Al-Mustafa, en la que estudió Marlon de Jesús Cantillo es uno de los vectores a través del cual se exporta la revolución islámica chiita
“Su papel clave en la estrategia de adoctrinamiento y radicalización del régimen, así como en el entrenamiento de las milicias chiitas desplegadas por Irán en Siria, le llevó a ser sancionado por Estados Unidos en diciembre de 2020”, dijo Ottolenghi.
El medio también cita un informe de la Fiscalía de Colombia que, en 2022, calificó a Cantillo como un apologista de los regímenes iraní y venezolano, algo que el implicado negó al medio.
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Marlon de Jesús Cantillo nació en Buenaventura y es hijo de padres católicos: “Para mí todo empezó con una denuncia anónima, pero las acusaciones eran falsas”, dijo Cantillo a Le Point
Lea aquí el artículo de Le Point.
¿Y la financiación?
Le Point recuerda que el dinero de la droga se ha convertido hoy en día en la segunda fuente principal de financiación de Hezbolá. Por esa razón, no descarta que la plata de la cocaína colombiana sea una fuente de ingresos importante para la organización.
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Las redes opacas del movimiento islamista chiita dependen de una vasta diáspora levantina, estimada en entre 12 y 18 millones de personas en todo el continente latinoamericano. Poderosos clanes familiares infiltrados por el "partido de Dios" le permiten tener contactos influyentes. Las drogas pueden estar escondidas en cajas de piñas o envíos de plátanos para su envío a Europa o América del Norte. Incluso se puede convertir en carbón vegetal, ya que los químicos locales han desarrollado una técnica para ennegrecer el polvo blanco y hacerlo indetectable al olor de los perros antidrogas
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